En el discurso redentor y “crítico” son muchos los que se desgarran las vestiduras por la UAZ y son capaces de quitarse la camisa por la Institución, otros son más cautos, tienen operadores, dicen en la ciudad de México en los espacios en los que se decide el destino de los universitarios zacatecanos.
Puede parecer que se deja fuera a una gran cantidad de interesados en el interés de sacar a la UAZ de su marasmo estructural, tal vez es mejor dejarlos a un lado porque a final de cuentas su interés primordial reside en hacer vida política desde los partidos políticos, que por lo general siempre están inscritos en la vida de la UAZ.
Es bien cierto que nadie tiene la fórmula mágica para decir esta es la ruta que los universitarios deben de seguir para alcanzar una salida exitosa en la actual coyuntura que pudiéramos establecer del 2013 al 2016, para luego darle continuidad a todo un proyecto de largo aliento, pongamos como fecha el 2030, estoy seguro de que ni en las fechas coincidimos.
La interrogante es el H. Consejo Universitario a través de sus comisiones va a convocar a los universitarios a que definan el rumbo a seguir, en el entendido que la propuesta debe de convocar a la creatividad y no a la tarea burda de quitar y esconder para dejar todo igual, lo que me recuerda a un buen universitario que se queja del gatopardismo, segunda naturaleza de los universitarios que cumplen funciones directivas.
Para cuando se publique este artículo nos habremos enterado que la solemne ceremonia protocolaria del primer Informe del I.Q. Armando Silva Cháirez, Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Francisco García Salinas, se limitó a entregar a la Presidencia Colegiada del H. Consejo Universitario el legajo de su informe, sin aprovechar esa tribuna para comunicar a los universitarios, a los zacatecanos y a los gobierno federal y estatal, cuáles son sus intenciones como rector ante la crisis que padece la Máxima Casa de Estudios de Zacatecas, no ya un proyecto de solución.
Un fantasma recorre a la UAZ y no es lo que nos imaginamos, en realidad es que de no saber negociar adecuadamente en primer término con los sindicatos universitarios uno o los dos se irán a huelga anticipada por no recibir respuestas serias y reales, y lo que provoca más irritación porque puede suceder, es que para fin de año la Universidad entre en quiebra producto de no haber sabido negociar a tiempo y con propuesta en mano el plan de salvación para el pago del adeudo que se tiene con el SAR, el ISSSTE y el Fovissste.
Las cifras no mienten, sino se logran los 840 millones de pesos y los 200 de apoyo directo a las finanzas de la UAZ, el H: Consejo Universitario y su Presidencia Colegiada no sabrán explicar a los universitarios y a quien corresponda que se tiene un adeudo de 1000 millones de pesos, déficit con el cual se tendrá que empezar a “operar”, situación en la que los funcionarios universitarios se hundieron en la idea de hágase y endéudese que el Estado pague.
Lo que sucede hoy en la UAZ parece ser una plan maquiavélico quinquenal cuyo objetivo es crear las condiciones idóneas para su desmantelamiento, y conseguir con ello revertir su figura pública a una de naturaleza privada, este proceso presumiblemente obedece a la escaza cultura política y de visión estratégica efectos de un desmantelamiento de lo social, en donde la desidentidad y la anomia que vulneran los límites morales en los que socialmente compartimos lo que experimentamos a la UAZ como nuestra alma mater, estos universitarios zacatecanos, vemos las consecuencias del vaciamiento social de los funcionarios hacia una pretensión de ser lo que no eran, de buscar estar en la cúspide social.
Si existe una pregunta para Peña Nieto de cuántos libros leyó, cabe una para los que tienen hoy el “control” de la UAZ ¿Han leído más que el Presidente? ■
*Docente –investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas Francisco García Salinas
