■ Instancias oficiales han mostrado una actitud “rentista” con los connacionales, dice
Desde hace 50 años, tanto la Federación como el Gobierno estatal han vivido de los migrantes y las remesas de éstos. La cifra de 2015 por estos recursos a nivel nacional se ubicó en al menos 24 mil 500 millones de dólares.
En respuesta, las instancias gubernamentales han mostrado una actitud “rentista” que no expresa una voluntad verdadera para invertir en políticas de desarrollo ante el fenómeno de la migración y que constituyan un gesto de reciprocidad que reconozca los derechos económicos, sociales y políticos de los migrantes, expuso Rodolfo García Zamora.
En los años recientes México ha sumado ya 2 millones de migrantes deportados y al estado de Zacatecas han retornado 90 mil, sólo entre los años 2007 a 2009, sin que se proponga por parte del gobierno “alguna política económica y social para su atención”, con excepción en el caso local, de la creación de un Fondo de Apoyo al Migrante mediante el que obtienen préstamos a fondo perdido por 12 mil 500 pesos, que no alcanzan a beneficiar a más de 300 migrantes por año, dijo.
Este sábado se colocó la primera piedra del Centro Integral de Movilidad Humana y Desarrollo Comunitario, un proyecto en que colaboran la Pastoral Migrante de la Diócesis de Zacatecas, la Unesco -a través de su Cátedra de Migración y Desarrollo-, la Orden de los Scalabrinianos, el Obispado y la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo (UAED) de la UAZ.
Ante el hecho, el director de la UAED pregunta: “¿Por qué es la Iglesia Católica, un grupo de académicos y parte de la sociedad civil, quienes están haciendo actividades que en rigor son obligaciones del gobierno mexicano?”.
Dijo que hace dos años se habló con las autoridades de los ayuntamientos de Guadalupe y Zacatecas y las correspondientes de Gobierno del Estado, así como con las diputadas federales Judit Guerrero y Amalia García para efectos de que apoyaran esta iniciativa, pero “ninguna de las dos presidencias aportaron terreno”.
Aseveró que Gobierno del Estado (Godezac) tampoco expresó un respaldo decidido a este proyecto, y luego de que se ha anunciado el inicio de la primera etapa constructiva, no ha habido manifestaciones públicas ni de la Secretaría de Infraestructura, de la Secretaría del Zacatecano Migrante o algún otro funcionario de la administración estatal, “que diga que vayan a invertir directamente en la construcción de las instalaciones de este centro”.
Debido a la falta de apoyo, el proyecto inicial que fuera expuesto en el Obispado en el contexto de la Pastoral Migratoria que se llevó a cabo en Zacatecas en septiembre de 2014, tuvo que ser replanteado de manera que se redujo su capacidad en 50 por ciento. Esto es, podrá albergar a 130 personas.
García Zamora refirió también que esta reducción del proyecto tuvo que ver con la negativa de Godezac de donar un terreno que se consideraba idóneo para el plan original, ubicado en las cercanías de Ciudad Administrativa, “porque afectaba la buena imagen” de este lugar.
Agregó el académico que los recursos con que se iniciará la obra fueron los gestionados tanto por el obispo Sigifredo Noriega Barceló como por Héctor Daniel Ayala, encargado de la Pastoral Migrante de la Diócesis de Zacatecas ante instancias de la propia Iglesia Católica, así como parte de los que las diputadas federales por Zacatecas lograron que se etiquetaran para ello el pasado 2015.
El Centro Integral de Movilidad Humana y Desarrollo Comunitario en su primera etapa, está propuesto para ofrecer alojamiento, medios de aseo, alimentación y atención médica y psicológica primarias por tres días, a los migrantes deportados de los Estados Unidos, ya sean zacatecanos o de cualquier otra entidad mexicana o centroamericanos, pero también a aquellos de tránsito hacia aquel país.
En un segundo momento agregarán instalaciones para la capacitación para el trabajo, otras de esparcimiento y para la organización comunitaria, “todo lo que tiene que ver con desarrollo comunitario”.
Ofrecerá atención asimismo, a los habitantes de las colonias circundantes mediante campañas de salud odontológica, asesoría para la alimentación, terapia familiar, y apoyo psicológico para niños, niñas, jóvenes y adultos mayores.
“Lo que nos dice la experiencia mundial de la mejor forma para evitar fricciones entre estos albergues y el contexto exterior donde se ubican, es que este centro no se vea como algo que viene y agrede la forma de vida de quienes tradicionalmente están viviendo ahí, sino que se convierta en un centro que aumente sus servicios educativos, de salud, capacitación y organización”.
En este proyecto se aprovecha la experiencia de los 67 centros de atención a migrantes que la Iglesia Católica tiene en el país, la correspondiente de la Orden de los Scalabrinianos a nivel mundial -cuya tradición se remonta en este tema al año 1820-, y la de la UAED de la UAZ, recopilada en más de 50 países donde existen este tipo de albergues.
En crítica a la omisión de las autoridades en el respaldo franco a este proyecto en que el Godezac sólo aporta un terreno de menores dimensiones al solicitado en un principio, ahora ubicado en Cieneguillas, cerca del Campus UAZ Siglo 21, Rodolfo García Zamora adelantó su temor de que la colocación de la primera piedra forme parte de una estrategia que busca impactar en el actual proceso electoral, “y presumir con sombrero ajeno. Simplemente colocar la primera piedra, tomar la foto y ahí se quedan”.
