Parece increíble para ser verdad, nuestra derecha mexicana se ha inventado una realidad inexistente contra la cual luchar. Para sumar a esa lucha necesita engañar con fakes news, reportajes falsos, mentiras, difamaciones y así crear a un círculo de enajenados y de fanáticos que nos acusan de lo que son.
Dicen que la 4T ha destrozado la economía mexicana. Los datos contundentes los desmienten. Aseguraron que el dólar se dispararía junto con la inflación y el incremento de los energéticos, provocando estallidos sociales. Lo aseguran mientras el PIB de la economía crece a pesar de una pandemia internacional. El dólar sigue cayendo frente al peso mexicano como nunca había sucedido. Los energéticos no han subido y algunos como el gas de uso doméstico ha bajado. El salario se ha incrementado en más del 100 por ciento, en términos reales y crece cada año por encima de la inflación. No hay incremento de impuestos, y el empleo ha aumentado, a la vez que llegan programas sociales que antes eran inexistentes y mejoran la calidad de vida de los mexicanos.
También se avanza en infraestructura estratégicas para el desarrollo como la compra de una refinería en EEUU, la creación de otra en México (dos bocas), la construcción de coquizadoras para reconvertir el combustóleo en gasolina, el tren interoceánico para satisfacer necesidades de la circulación mundial de mercancías, el tren maya que crea otras infraestructuras para el desarrollo económico del sur del país, nuevas comunicaciones terrestres para pueblos originarios arrinconados en las sierras de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Chihuahua y Sonora; la recuperación de la producción de fertilizantes que se entregan gratuitamente a los campesinos, un nuevo aeropuerto internacional (el Felipe Angeles) y otros aeropuertos nacionales auxiliares, principalmente en la zona turística maya, entre las obras más emblemáticas.
En nuestro país, como nunca, existe libertad de expresión, organización y manifestación. Incluso, ya no se expulsa a los extranjeros por venir a esbozar su pensamiento político. Las fuerzas armadas y la creada Guardia Nacional no reprimen manifestaciones, no persigue a nadie por sus ideas políticas, por su lucha social, no se tortura a nadie. Y si alguien lo hace se castiga.
Bueno, pues la derecha mexicana acusa a la 4T de todo lo que ellos hacían y más. Narran un México que no existe y, apartir de ello, llaman a luchar contra el autoritarismo, la violación al Estado de Derecho, a la existencia de un presidencialismo arbitrario y dictatorial que somete a los otros dos poderes, que persigue políticamente a auténticos traficantes de influencias, narcotraficantes y promotores de cuello blanco de diversas actividades ilícitas, como “Alito” Moreno del PRI, Ricardo Anaya del PAN, Cabeza de Vaca del PAN, solo como ejemplos.
No todo está bien. Nunca lo estará. Pero es mucho lo que se ha avanzado y nuestra derecha acusa de lo que fueron, de lo que siguen siendo en potencia y de lo que seguro harán si los dejamos regresar al poder. Crean una narrativa conceptual y de interpretaciones para formar un mapa de entendimiento a partir del cual “pensar”, “reflexionar” y reaccionar. Es un mapa fundado en una falsa realidad.
Ese síndrome por la mentira, esparcida por todos los medios posibles ha provocado que la derecha corrupta haya caído en su propia trampa. No solo los enajenados caballitos de batalla (en su mayoría pobres defensores “convencidos”, por fanatismo, de las políticas de los ricos), también ya confunden la mentira con la realidad aquellos que la confeccionan, los llamados intelectuales, los jerarcas de la economía que se niegan a pagar impuestos, amen de los bajos salarios y el abuso en el cobro de intereses y recargos que hacen a sus consumidores. Vean los casos de Salinas Pliego y Claudio X. González, hasta su lenguaje florido habla de su autoritarismo, prepotencia, ausencia de civilidad y la creencia de una realidad de descomposición del país que sólo existe como pretexto pero que de repetirla ya creen en ella.
Eso tiene entrampada su estrategia política por recobrar el poder político nacional. Tienen que mentir de sus reales objetivos porque éstos son inconfesables y rayas en la ilegalidad, el arbitrio y el entreguismo.
A consecuencia del nudo de intereses y contradicciones de los grupos de poder económico y políticos nacionales y extranjeros que la han impuesto, la candidata Xochitl no logra hilvanar un discurso congruente y homogéneo, en parte por la falta de talento, la ausencia de asesores sólidos y, principalmente, porque es vocera de un grupo de voraces y depredadores capitalistas, a lo que se suma una amplia camada de políticos corruptos que pretenden regresar a los privilegios y a las actividades ilícitas, práctica que los hermana con el crimen organizado.
