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domingo, 28 abril, 2024
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■ Mirador de Heródoto La UAZ defiende a la universidad pública ante el Congreso federal

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* •

“El apoyo financiero que se le da al sistema de educación superior constituye
el mejor índice del respaldo que una sociedad le otorga (…). Representa
la medida en que se considera a la educación superior como un bien social
y una inversión a largo alcance antes que un gasto presupuestario más.”
H. Consejo Académico UAM (X) 19-XII-18.

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Desde hace algunos años, varias universidades públicas están en cuidados intensivos a nivel financiero. Una de ellas es la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Ante esa situación, desde principios de diciembre se han estado movilizando en contra de la falta de pago de las quincenas del mes, el aguinaldo y prestaciones contractuales. Inclusive, un numeroso contingente se trasladó a la Ciudad de México abanderando tales reclamos ante las instancias correspondientes; estuvo encabezado por el rector Antonio Guzmán Fernández, e integrada por funcionarios, autoridades académicas, profesores, estudiantes y el titular del SPAUAZ, Pedro Martínez Arteaga.

¿Cómo podría subsistir la institución sin recursos económicos? Tal vez recurriendo a la venta de sus propios servicios, esto es, incrementando el costo de las inscripciones, de los cursos que imparte y de la enajenación de la investigación científica que realiza. Esta es una estrategia comprensible para asegurar su continuidad, pero riesgosa a mediano plazo, ya que desvía a la educación superior pública de sus características esenciales: laica, gratuita, democratizada y de excelencia.

De continuar la crisis económica al interior de las universidades, se corre el peligro de que desaparezca la educación superior pública. Así las cosas, revisemos por qué es importante defenderla, por qué es trascendente fortalecer a la UAZ. De las múltiples razones existentes, únicamente enunciamos las siguientes:

La educación pública es indispensable para la sociedad y el Estado, en función de que es la vía más poderosa que tiene un país para hacer florecer las capacidades y el potencial creativo de la población. Es el elemento clave para el desarrollo integral de un país. Granados Roldán (2005) lo expresa así: “De su excelencia depende que los países puedan construir una masa crítica de profesionales al servicio del bienestar nacional, entendiéndose por éste una sociedad culta, integradora e igualitaria, con propensión a la solidaridad y a la búsqueda del desarrollo y el bienestar”.

La UNESCO (2009) proclama que la educación superior ayuda a erradicar la pobreza, fomentar el desarrollo sostenible y alcanzar objetivos acordados en el plano internacional. Le compete comprender los problemas económicos, culturales, sociales y científicos, además de promover el pensamiento crítico y la ciudadanía activa. Deben velar por ella los gobiernos.

Así pues, se necesita que desde dentro y desde la sociedad civil se apoye a la UAZ porque con ello se hace más fuerte el sistema democrático, dado que una ciudadanía mejor educada puede cumplir de manera más satisfactoria la vigilancia de las acciones de las autoridades.

En la Ciudad de México, en el Congreso de la Unión (Ver en Youtube: Diputado Alfredo Femat (PT) Comparecencia del Dr. Carlos Manuel Urzúa Macías. Ronda 2), se abogó por la solución de los problemas de las universidades en crisis financiera y por ende de la UAZ. En su intervención, Femat Bañuelos señaló que después de 36 años de políticas de corte neoliberal en el país, los resultados están a la vista y son desastrosos: escaso crecimiento en lo económico, entrega de los recursos naturales a las empresas extranjeras, reducción del gasto público en los rubros de salud, educación, etcétera, crecimiento de la pobreza de manera alarmante, crecimiento de la inseguridad y la violencia…

En ese marco, la situación que ha vivido la educación pública ha sido en extremo desfavorable; con excepción de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, fundada en 2001, ya no se han abierto nuevas universidades públicas y a las existentes las olvidaron financieramente para favorecer a la educación privada. Actualmente la escasez de recursos económicos mínimamente para diez de ellas, las tiene al borde del cierre.

En defensa de la UAZ, las voces de los diputados federales zacatecanos Mirna Maldonado Tapia, María de Jesús García Guardado, Óscar Rafael Novella Macías y Samuel Herrera Chávez se han hecho presentes en la tribuna nacional.

El 19 de septiembre pasado, en el pleno del Congreso de la Unión, se presentó un punto de acuerdo de urgente y obvia resolución: que ante esa Soberanía el secretario de Hacienda de la administración peñista, José Antonio González Anaya, diera cuenta de los recursos extraordinarios no regularizables con los que daban salida a la emergencia económica de cada cierre de año de las universidades. Él se comprometió a hacerlo, pero no cumplió. Terminó su función heredando el problema a la presente administración federal, que tiene 27 días a cargo de las riendas del país.

Hay quienes quisieran que en 27 días se cambiara una deplorable realidad, resultado de años de políticas neoliberales en contra de México. Para la solución definitiva de este grave problema que tiene múltiples aristas, el secretario de Hacienda actual, Carlos Manuel Urzúa Macías, propuso que se organizaran mesas de acuerdos entre los actores involucrados: gobierno estatal, SEP, universidades públicas y la propia SHCP. La traba comienza a resolverse. Las gestiones continúan.

Por la universidad pública de México, ¡viva la UAZ!
Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto. ■

*Cronista de la UAZ
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