■ Historia y Poder
Quizá uno de los temas más apasionantes dentro de la gran historia de Zacatecas sea la de los panaderos que a lo largo de los siglos alimentaron al pueblo, le dieron fe y constancia de sacrificio y abnegación, también buen ejemplo de combate, de entrega, de lucha real.
Sabedores que en nuestra historia patria de Zacatecas toda clase de abusos se cometieron y aun se efectúan en contra de los más necesitados: a los antiguos mineros que protestaban, se les otorgó la represión, la cárcel, el cementerio o el destierro.
A los trabajadores agrícolas y campesinos, la quema de sus casas, la ocupación de sus tierras, los grandes latifundistas enseñoréandose con su poder absoluto aliado a las grandes fechorías y es así que tenemos una gran lista de desastres que le fueron ocasionados a los trabajadores del campo en casi todo el territorio zacatecano y son grandes los atropellos, los desmanes, lo perjudicable a las familias, lo condenable por la infinita red de complicidades que afectaron el ánima de la producción de alimentos de nuestro estado.
La demencia de los ricos en contra de los pobres zacatecanos no tendrá jamás el perdón de la historia puesto que ella misma recogió y apuntó fielmente en millones de páginas todo lo concerniente a su largo sufrimiento y no se trata de satanizar a quienes legítimamente hicieron su fortuna a base del trabajo honrado y de la astucia, ni mucho menos a los que por herencia o costumbre milenaria, se hicieron de los dineros para aprovecharse de las necesidades de los humildes, que son siempre las grandes mayorías desheredadas.
En la inmensa y vasta historiografía de los zacatecanos abundan los datos y las explicaciones de cuales fueron los pormenores de tanta felonía, atraco político, corrupción y de impunidad que las castas políticas zacatecanas que urdieron todos sus planes para adueñarse del poder, utilizarlo para su beneficio, atacar sin misericordia a los alzados, dar ejemplo de terror para el escarmiento y sobre todo, apapacharse ellos mismos y sus nuevos cuadros que permitieran hasta la víspera el arribo siempre de la iniquidad, el consumismo y la diatriba en los destinos de las inmensas colectividades.
Ante tantas desgarradoras historias de las clases populares zacatecanas, muchos optaron por la organización gremial, la formación de partidos, uniones mutualistas, de vecinos, de inquilinos, de estudiantes, sabedores que las mañas de las grandes oligarquías y sus monopolios, no iban tan fácil a dar concesiones ni mucho menos soportar huelgas o alzamientos masivos en contra de su cómodo estatus.
Con la conformación de la Unión Progresista de Obreros Panaderos de Zacatecas el 27 de diciembre 1926, se dio un paso decisivos para que creciera la gran Confederación Sindicalista de Zacatecas y que fue el gremio madre que apoyó a la organización legítima de casi todos los segmentos laborales de nuestra ciudad y estado en defensa legitima de sus derechos.
No fue nada fácil.
Ahí están en las galeras de nuestros archivos y bibliotecas las miles de denuncias, los hechos registrados, las hazañas y penurias, de nuestros obreros panaderos en pos de salir adelante en épocas realmente penosas para todos pero que pudimos salir adelante por el inexorable paso del tiempo y las ganas de que en las familias obreras el peso de las miserias no fuera tan agresiva.
De todos modos fueron cambios que aceptaron las burguesías nativas para modernizarse y poder explotar mejor a su antojo a los necesitados de empleo, de techo, de salud y de comida.
Los que hacen el pan de madrugada: ejemplo de abnegación, lucha y huelga, triunfos y derrotas.
Un recuerdo fraterno para ellos. ■
