31.9 C
Zacatecas
domingo, 19 mayo, 2024
spot_img

Tortas japonesas

Más Leídas

- Publicidad -

Por: HERÓN EDUARDO DOMÍNGUEZ •

Parafraseando a un clásico: O ya no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo.

- Publicidad -

Presa de la frecuente conjunción de la ignorancia y la tontería un grupo de limosneros con garrote, de los que menudean entre la fauna política que padecemos, tiende una emboscada a un servidor público de alto nivel; e intentando, como Dios le da a entender, actuar como representante de una etnia inexistente (pues chichimecas somos todos lo que no hablamos náhuatl), amenaza un emboscado impedir los comicios de no entregarse, a él y sus compinches, algunas diputaciones.

Cualquier político tradicional habría manifestado su apoyo incondicional a tan legítima demanda; se habría comprometido a luchar hombro con hombro hasta convertirla en una espléndida realidad; habría probablemente intentado sacar a los peticionarios unos pesos; y se habría olvidado luego del asunto.

Empero siendo el asaltado un académico sin mayor experiencia del mundo, al que un destino quizá no tan feliz invistió como árbitro de una lucha superlibre; en que los dueños del campeonato se muestran al parecer dispuestos a todo, entre menos aseado mejor, para que siga el mismo siendo de su exclusiva propiedad; bajo el impacto producido por la celada de los “indígenas” incurrió en la ligereza de compartir vía telefónica sus impresiones, incluida una versión del involuntariamente cómico performance “chichimeca”; misma que puntualmente fue grabada y difundida el día previo a una sesión para discutir el retiro del registro a un grupo delincuencial disfrazado de partido.

Ahora bien; que los oficialistas de closet se muestren ultrajados por el “racismo” del consejero presidente del INE resulta enteramente natural, pues no hacen sino lo consignado para ellos en el guión; que los voceros abiertamente oficialistas lo defiendan resulta así mismo natural, ya que intentan arrojar la culpa lejos de sus amos; que el gran jefe Cabecita Blanca contraste al umpire con su padre resulta igualmente explicable, pues no intenta sino incitarlo a sacar la casta; pero que algunos otros se rasguen las vestiduras por “el terrible desaguisado de Lorenzo Córdoba Vianello”, consistente en pitorrearse, usando las vulgaridades que todos usamos, de unos aspirantes a diputados a título de “chichimecas” no deja tal vez de ser ilustrativo del megaberenjenal en que este cuate, probablemente sin sospecharlo, vendría a terminar.■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -