Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes.
Karl Marx
Desde hace tiempo, digamos, desde el fraude de 1988, hablar de plataformas o doctrinas políticas en México es lo que menos se había hecho al interior de la partidocracia. Con el triunfo de Morena a nivel nacional vimos un salto cuántico en la educación política de la gente, que pasó de no tener idea de lo que era un fideicomiso a debatir en tiempo real las iniciativas presentadas en el Congreso de la Unión. La verdad es que ese ejercicio llamado “La mañanera” ha hecho bastante, con todo, se ha elevado el nivel de debate y de información de la sociedad den su conjunto.
El gran reto de MORENA (siempre lo hemos dicho) es y será crear cuadros formados que entiendan las implicaciones de las libertades civiles, de los derechos humanos, del papel del Estado en la economía moderna y global, del concepto mismo de contrato social y de cómo se resguarda todo eso mediante el trabajo ejecutivo, legislativo y judicial. Todos estos ejes tienen diferencias fundamentales y, aunque a algunos compañeros que respeto mucho no les guste hablar de izquierda y derecha (el debate seguirá abierto), nadie puede negar que una plataforma progresista y una plataforma conservadora tienen diferentes ideas sobre el buen desarrollo de la sociedad y del individuo dentro de la misma.
Después de la horrible uniformidad de camarilla política que vivimos durante muchos años, se ha comenzado a ver un horizonte de diferencias que van haciendo clara la finalidad del voto y el papel de la democracia. A algunos “librepensadores” les cayó como balde de agua fría saberse dentro de la lógica neoliberal que había operado en el país desde hace tiempo, otros tantos reconsideraron posturas, y algunos más hicieron oídos sordos a esta nueva ciudadanía que poco a poco distingue el pataleo por huesos de la política de ideas.
De esta clase de sordeados intencionales es la amorfa alianza PRI-PAN-PRD, cuya fragua sí descubre una declaración política muy fuerte, aunque no lo haga de forma intencional y no sea la declaración que ellos mismos habrían querido dar, pues esa declaración es: ante el nuevo escenario de educación política de la ciudadanía, nada de nuestros documentos fundacionales importa, no se diga la mala o buena plataforma política, nuestro único fin es unirnos en santa cruzada contra este nuevo paradigma que amenaza con replantear completamente el odiado sistema de partidos en México. Así, mueven como slogan los mismos fondos tremendistas que los grupos golpistas latinoamericanos, hablan de “salvar” cosas con conocimiento de causa, pues al aliarse con los acérrimos enemigos dejan claro lo que mucho habían querido ocultar: estamos intentando salvar el pataleo por los huesos al que estamos acostumbrados. Para muestra basta revisar la negativa tajante que lanzaron todos esos partidos al tocar la idea de reducir los presupuestos, donde, por cierto, los “críticos” medios de comunicación poco tuvieron que decir al respecto.
De ejecutar argucias electorales con partidos satélite e indirectamente salvarlos de su desaparición ningún partido a la fecha es inocente y, aunque este movimiento es criticable aun tratándose de motivaciones pragmáticas, el nuevo extremo de crear un amasijo revolucionario/ cristiano /democrático /neoliberal descorre la cortina sobre la podredumbre que tantos años se empeñaron en tapar con millonadas de pesos entregadas a los medios de comunicación, la realidad es que todo ese sistema partidista estaba en pleno acuerdo con los rumbos privatizadores y neoliberales que nos despojaban de los bienes nacionales y los entregaban a la iniciativa privada, sea por moches o por ideales de Chicago boy. El cometido verdadero es mantener un nicho para los lobistas que con poca o mucha estructura política, necesitan seguir defendiendo los intereses del capital dentro del propio congreso de la unión.
Aunque busquen hacer una súper estructura clientelar uniendo sus restos y buscando complicar el tránsito libre de las determinaciones sociales, me da gusto que hayan aceptado su vocación final, pues esta alianza clarifica para todos lo que se venía cocinando con mucha antelación, MORENA ha cambiado ya ese horizonte de expectativas políticas, porque ahora tenemos un nuevo elemento que añade a la democracia, si en el futuro habrá más opciones, si Morena logrará mantenerse como la opción progresista aun en contra de la cargada mediática, si este giro solo se trata de un muy buen primer paso para alcanzar condiciones de mayor igualdad, etc., son preguntas que se irán respondiendo al tiempo, mientras tanto, por todos los lares donde se consagre la santa cruzada contra el enemigo a vencer (Morena) podemos tener la seguridad de que aquellos conjurantes contestatarios están plenamente derrotados en el plano de las ideas, faltará solamente tener la madurez y pericia para también vencerlos en el plano electoral.
