Hace una semana; comentamos sobre el excesivo uso del celular en todas las edades, en todos los niveles socioeconómicos, entre obreros y profesionistas, entre hombres y mujeres etc. En unas reflexiones que tendrían que preocupar a todos, pero sobre todo a aquellos que piensan en las transformaciones sociales con vista al futuro.
En esta colaboración quisiera referirme al PECADO DE OMISION, por parte de las autoridades para vigilar sobre el gravísimo problema que implica el uso del celular en las personas que manejan un vehículo automotriz. Como lo dijimos hace una semana un peligro no solo para ellos mismos sino para todos los que pueden ser víctimas de un accidente provocado por el descuido en la atención de aquel que maneja y al mismo tiempo utiliza el celular.
Comentamos que está bien documentado en los Estados Unidos, que el celular es más peligroso que el alcohol en aquellos que se encuentran frente al volante, y esto tendría que ser escuchado y atendido por todos pero que tendría que poner a pensar a quienes tienen la tarea de vigilar en este caso el tránsito y la vialidad.
Vamos a tocar los extremos: Es claro para todos, pero sobre todo para las autoridades, la falta de recursos para ejercer las funciones de gobierno que tienen asignadas, y es claro que una forma más o menos simple de hacerse llegar recursos es la aplicación de multas a quien rompa la ley, pero por la vía legal no por la vía de las mordidas que solo benefician a quien las ejerce y no a la sociedad toda.
Con la aplicación de la Ley – así con mayúsculas – la dependencia a cargo – en este caso Tránsito y Vialidad.- estaría literalmente matando dos pájaros de un tiro como diría el refrán, por un lado estaría colectando recursos por medio de las multas legalmente aplicadas y por otro estaría dando una lección a los conductores sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer.
Ya veríamos si un conductor después de una o dos multas sigue con la práctica de manejar y utilizar el celular al mismo tiempo exponiéndose a una tercera multa, ESTO SEÑORES ES EDUCAR A LA SOCIEDAD Y ADEMAS OBTENER RECURSOS PARA UN ESTADO QUE LOS REQUIERE EN FORMA DESESPERADA.
Es como dirían los gringos un win win situation, es decir ganar y ganar con acciones a las que además están obligados por que esta es parte de su trabajo.
Pero claro tendrían que realizar una campaña a través de los medios de comunicación – como la que recientemente implementaron con respecto a los motociclistas – de que se iniciara acciones urgentes para evitar la utilización del celular por parte de los conductores y donde se hiciera hincapié en que es un delito dar una mordida tanto por el que la da como por el que la recibe, por lo que aquellos que detengan a una persona manejando y utilizando el celular tendría que tener el ticket correspondiente, o en el mimo celular la aplicación de una sanción, un celular con el que podría tomar una foto del conductor utilizando su celular – valga la redundancia – para que no exista la típica aseveración de ¡yo no fui!
Las ventajas y la recompensa de este tipo de acciones seria enorme, como es que siempre nos decimos que cruzando la frontera norte – por poner un ejemplo – el mexicano se civiliza y no rompe la ley – claro, por qué allá las multas por utilizar el celular manejando oscilan entre 300 y 500 dólares y ¿quién se expone a esto? bueno lo mismo tendría que suceder en nuestras calles y carreteras, porque además la solución sería muy simple, existen – todos lo saben – equipos que venden en todos lados que permiten fijar el celular al tablero y ponerlo en altavoz, ya no se diga los equipos llamados manos libres.
Vivimos en un entorno peligroso en extremo, somos de los estados con más accidentes viales y pérdida de vidas sobre todo de jóvenes en los que se suman todos los factores de riesgo, manejan a exceso de velocidad, con niveles inadecuados de alcohol en su organismo y utilizando celular.
El boulevard capitalino, eje de la circulación en el área metropolitana se ha vuelto una trampa mortal no solo para quienes manejan a exceso de velocidad sino aun para los que transitan dentó de los rangos de velocidad permitidos pero que se ven presionados por aquellos que no quieren frenar ante el conductor que si cumple la ley. Cuando es que Tránsito y Vialidad hará las funciones para las que está obligado, detener a todos aquellos que rompan el límite de velocidad y todos aquellos que utilicen el celular mientras están conduciendo, entonces todo cambiara para bien por qué; insisto después de una o dos multas que representen un gasto extraordinario, veremos si no se educan y eso es de lo que se trata.
Ni modo, vivimos en una sociedad donde mientras no se castiguen adecuadamente las conductas delictivas no habrá solución al problema, la muestra está en la Ciudad de México donde en la administración anterior a la actual se comenzó con el uso de las foto multas que rápidamente se tradujeron en controles adecuados a los límites de velocidad – cualquiera que haya manejado en la ciudad de México durante esos tiempos podría corroborarlo – pero claro como todo, una acción en la dirección correcta cayo dentro de las fauces de la corrupción, y las compañías intermediarias a las que se les dio la concesión de armar las foto multas, se quedaban con el 70% de lo cobrado lo que hizo que se diera marcha atrás en la presente administración, y las avenidas de la Ciudad de México volvieron a ser pistas de alta velocidad con todas las consecuencias que esto provoca.
En Zacatecas alguien tendría que pensar en ello, exigir que se cumpla la ley, implementar un sistema de multas que no permita que se meta la corrupción que todo corroe, y con ello no solo asegurar una reducción de los accidentes viales y con ello la mortalidad que estos provocan, sino además hacerse por la vía legal de recursos que les hacen falta y que nunca están por demás.
