México, DF. Al iniciar el encuentro México contra Croacia, cerca de 35 mil almas se dieron cita en el Zócalo capitalino para ver la disputa futbolera en pantallas gigantes, mientras en los bares y cantinas del Centro Histórico impera una algarabía acompañada del popularizado «uto».
Sin vallas metálicas, pero con un cordón policiaco, los capitalinos comenzaron a llegar a este punto, el corazón de la ciudad, desde las 13:00 horas, lo mismo para apartar buenos lugares que para echarse una “cascarita”.
A pesar del clima nublado y de la amenaza de lluvia, los simpatizantes de la selección mexicana hondean banderas, lanzan gritos y porras hacia el seleccionado nacional.
Previo al arribo de la mayoría de los aficionados, amenizó la tarde la Sonora Santanera, que interpretó muchos de sus grandes éxitos.
Cuando el balón comenzó a rodar en Brasil, (15:00 horas) ya la plaza de la Constitución estaba llena y con un fuerte ánimo y expectativa de que triunfe el cuadro de Miguel Herrera.
Lluvia espanta a cientos
Al registrarse una lluvia pertinaz, cientos de sombrillas y plásticos salieron a relucir en el Zócalo, a otro muchos los“espantó” y prefirieron retirarse.
Las primeras gotas de esta precipitación pluvial se hicieron presentes en la plancha del Zócalo a las 3:30, lo que hizo que varias personas, sobre todo familias con sus hijos, tomaran como destino las estaciones del Metro o se guarecieran en los arcos del zócalo capitalino. Con todo y lluvia, muchos capitalinos siguen el desarrollo del México Croacia, con sus paraguas y hules.
Impera el «uto» en las cantinas
En cantinas y bares del Centro Histórico el partido de futbol entre México y Croacia se vive con gran algarabía.
En las cantinas Miramar y Florida ubicadas en la calle de Independencia no hay botanas especiales con motivo del encuentro futbolero, pero eso no obsta para que parroquianos ya se hayan acomodado en un lugar.
En los bares apenas se dio el silvatazo de inicio del partido, la clientela, compuesta en su mayoría por abogados, empleados de gobierno, joyeros y ejecutivos de sucursales bancarias lanzaron nutridos aplausos de apoyo a la selección.
No faltaron los gritos de !ole! ¡ole! cada vez que la selección mexicana burlaba al equipo contrario.
Muchos han traído playeras verdes alusivas a la selección, mientras en las mesas impera el cuestionado «uto» mientras tercian los tequilas, las cervezas y el vodka
