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viernes, 26 abril, 2024
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De patos y escopetas

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Por: RENÉ LARA RAMOS •

15 de febrero, Víctor Cardoso escribió en La Jornada: “Las inversiones especulativas de extranjeros en el mercado de valores de México registraron un salto de 40.3 por ciento anual en 2012, equivalente a 52 mil 182.3 millones de dólares, con lo que alcanzaron un saldo de 181 mil 505.5 millones en enero pasado, informó la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) al Banco de México. En total, incluidas otras inversiones, el llamado “ahorro financiero de no residentes” registró un crecimiento de 50.5 por ciento de forma anualizada, en contraste con el “ahorro financiero de los residentes”, que creció a un ritmo de 4.2 por ciento. Explicado, no por la dinámica de México sino por el exceso de liquidez en el mundo, debida a programas de apoyo económico a los sistemas financieros de Europa y EUA; que mantendrían constantes los flujos de capitales a mercados emergentes. Ese capital foráneo en México, desplazó a inversionistas locales en el mercado de renta fija (subastas de bonos gubernamentales: Cetes, Bonos y Udibonos), y en el de valores. Por ello y al buscar posiciones de menor riesgo, los asesores financieros recomendaron a sus clientes “una toma de utilidades”.

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En México se lucra bien: en apariencia, a corto plazo y con información fidedigna. El año anterior, con escaso margen, EPN alcanzó la Presidencia de la República e inició su sexenio bajo buenos augurios económicos y abrigado por los poderosos del Pacto por México, caja negra que fue y es su prescripción y guía. No obstante, algo ocasionó en junio la mayor fuga de capital en 20 años y México decayó como generoso refugio del capital golondrino, en búsqueda de instrumentos de inversión más rentables. ¿Hecho y situación que fuerzan la venta de Pemex en agosto para atraerlo o estaba calculada?

La BMV registró un crecimiento de 22.11 por ciento, 8 mil 200.54 puntos, entre el arranque de 2012 y enero pasado. Impulso apoyado principalmente por la demanda de acciones de empresas mexicanas cotizadas en el mercado, por parte de inversionistas extranjeros. Analistas financieros considera(ba)n que en el mundo (había en ese momento) un exceso de liquidez derivada de los programas de apoyo económico a los sistemas financieros de Europa y Estados Unidos y eso (mantendría) constantes los flujos de capitales hacia mercados emergentes, como México. Así, la creciente participación de capitales foráneos desplazó a inversionistas locales en el mercado de renta fija (subastas de bonos gubernamentales, Cetes, Bonos y Udibonos), y en el mercado de valores. Al continuar la búsqueda de posiciones de menor riesgo y duraderos rendimientos, aunque no mejores, bastó “que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, insinuara que hacia finales de 2013 daría inicio la disminución de la compra mensual de bonos del Tesoro por 80 mil millones de dólares para concluir el programa a mediados de 2014.” Y el capital voló, sin hacer verano en México.

¿Se previó tal situación? El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que el crecimiento en los países en desarrollo sería afectado si una pronta salida del enorme alivio monetario provoca una marcada volatilidad en los mercados y una rápida alza en las tasas de interés de largo plazo. El capital se fue, ¿qué hizo México? Lo increíble, programar y dosificar la venta de Pemex. Pretextos y subterfugios para hacerlo, sobran. ¿Por qué no fue otra la salida? ¿Por qué no se convocó a elaborar la agenda para subsanar y fortalecer Pemex, y pagar con los productos y rendimientos, en lugar de precipitar la legislación para poder venderlo?

¿Hacia otra decepción? Según las previsiones del Grupo Financiero Santander, la economía de México crecerá este año entre un 2.6 y un 2.3 por ciento, se anticipa que la recuperación del gasto público en el segundo semestre de este año tendrá un “impulso menor” a lo esperado inicialmente. Si se observa una mejoría, será “consecuencia de un mejor desempeño de la economía de Estados Unidos –de la cual la mexicana es altamente dependiente– y en lo interno, de una recuperación del gasto del sector público y menores presiones inflacionarias que favorecerían el gasto de los consumidores.” Para 2014, ubica el crecimiento en 3.80 por ciento. A condición de aprobar las reformas estructurales en el sector energía y en materia hacendaria, sumados los efectos positivos de los cambios aprobados en el sector laboral, la competencia económica y el sector de las telecomunicaciones.

Ante el embate neoliberal, va la pregunta de Ilán Semo: ¿por qué en los pasados 20 años no se ha desarrollado y ampliado el sistema de refinerías, si es que en ellas se produce el material que aporta los mayores ingresos a la industria, ni se propone hacerlo hoy? Agregado: ¿Las construirá México en beneficio de los mexicanos o las firmas extranjeras, para el propio? ¿Se hacen tontos los del Pacto o nos ven así?

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