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miércoles, 8 mayo, 2024
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Flores: “Que se coman un plato de huevos en la mañana”

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Por: SIMITRIO QUEZADA • Admin •

El canto del Fénix

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En los primeros días de julio de 2012 fue secuestrado Marco Antonio Flores, vocalista y director de Banda Jerez. Fue en el mismo pueblo mágico donde los integrantes de un convoy sacaron al cantante de su domicilio. Aunque Marco no quiso revelar más detalles, trascendió que el pago por su rescate fue de al menos 10 millones de pesos. Tras un mes de cautiverio, el hombre fue liberado. Entonces destacaron tres situaciones: Marco estaba deshidratado y desalentado, sus compañeros músicos no querían pertenecer más a la agrupación, él vivió durante muchos días en una habitación de hotel en Aguascalientes, donde decía sentirse más seguro.

Reza el refrán que sólo el que carga el morral sabe lo que éste lleva dentro. No intento hacer una apología de Marco, sino colocar los hechos de modo objetivo. Ser secuestrado divide tu vida: existe un “antes de eso” y “después de eso”. Durante sus días más difíciles, Marco Antonio se apoyó en las oraciones y el recuerdo de su familia para sobrevivir al embate. Sobrevivió pero también salió derruido, y así tuvo que recomenzar, convencer a sus compañeros para que no abandonaran Banda Jerez y conseguir nuevos contratos, volver a cimentar un patrimonio para él y los suyos.

Tres años y medio después, los dirigentes de un partido político naciente, Encuentro Social, invitan a Flores a aceptar la candidatura por ese instituto al gobierno del estado de Zacatecas. Por Internet, él pregunta a sus seguidores si debe aceptar. Inmediatamente llegan las burlas de algunos, los desprecios de otros y el júbilo de unos cuantos más.

Encuentro Social mantiene esa estrategia: invitar como miembros distinguidos, portavoces e incluso candidatos a personajes de la farándula como Héctor Suárez, Alejandro Camacho y el futbolista Cuauhtémoc Blanco, a quien postuló como presidente municipal en Cuernavaca y quien triunfó en las urnas. No debe extrañarnos, pues, del partido. En contraparte, Marco Antonio Flores actuó con sagacidad: no aceptó precipitadamente y ha preguntado de forma pública si debe decir sí a la invitación del partido. Tras constatar las reacciones, ahora difunde un video donde, si bien no manifiesta que ha rechazado el ofrecimiento, agradece la invitación, reconoce que ésta ha generado ámpula, recalca la importancia de la seguridad pública en las comunidades, “sueño con tener un estado seguro”, pone por encima de Zacatecas a Aguascalientes y Querétaro, sugiere a los políticos tradicionales que platiquen con los zacatecanos afectados, “que se fajen los pantalones”, se comprometan con los ciudadanos y “que se coman un plato de huevos en la mañana”.

En labios de otro, la última expresión puede considerarse una bravuconería. Con Marco no lo creo así. A querer o no, el hombre tiene cierta garantía moral para hablar de tal modo y con esas palabras. Con todo, se muestra prudente y la experiencia lo ha acrisolado. De buena fe considero que, si aceptara la candidatura, lo que yo dudo, lo haría no tanto por interés como por aportar algo al estado de Zacatecas.

¿Debe la política ser sólo para los políticos? Si contestamos que sí cerramos la puerta a gente muy consciente como Marco. Si contestamos que no corremos el riesgo de que los políticos de siempre disfracen de “independiente” a quien pueda engordar el caldo a sus intereses. El debate es bueno: más cuando, al serle ofrecido el balón, vemos cómo lo patea, prudente y acertadamente y con jalón de orejas para quienes no nos han cumplido, alguien como el de Jerez. ■

 

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