El único Estado estable, es aquél en que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley.
Aristóteles
Era y lo sigue siendo, un líder que a diferencia de otros, sí se aplicaba en atender y resolver los asuntos de los campesinos, desde ayudarlos a conseguir por la vía legal, la certeza jurídica de sus parcelas, ayudarlos a negociar en buena ley, la consecución de recursos para llevar a cabo la siembra de sus tierras con esos apoyos que se les dan, pero que se les niegan o se los entregan a cambio de algo que es muy propio, el voto. Retención ilegal de recursos de programas que se crearon para eso, para impulsar las actividades productivas en el campo.
Genaro Godina Guzmán se ha distinguido por ser un hombre sencillo, cualidad que no le restaba en lo absoluto su capacidad de trabajar cuando podía en sus buenos tiempos, ahora, lamentablemente su estado de salud no es del todo bueno, situación que lo ha alejado de lo que tanto le gusta y ha sido su pasión: trabajar en la organización de los campesinos, de los hombres del campo que en los tiempos actuales ya no sienten lo duro, sino lo tupido.
En la Central Campesina Independiente, dejó su huella marcada, fue por varios años el Alfonso Garzón Santibañez de los zacatecanos, se la rifaba con los jefes grandes en la capital del país y en el estado zacatecano, estaba siempre al frente de los eventos que organizaban las dependencias del gobierno federal, como la secretaría de agricultura, el banco de crédito rural, responsables directas de la entrega y distribución de recursos para las actividades que año tras año se llevan a cabo en el sector primario.
Desde los tiempos del chihuahuense Mario Kolokuris Valdés, Genaro Godina El Gallazo ya andaba en los pleitos federales y estatales, peleando dentro de la ley lo que al campesino y a las familias rurales les pertenecía, la tierra y el crédito para trabajarla, eran tiempos de más o menos regulares cosechas. Una vez en Calera, el extinto José Guadalupe Cervantes Corona, en uno de sus tantos discursos empapados con temas del campo, les decía a los asistentes a un acto agrario: a los campesinos no hay que enseñarlos a producir, ya no debemos de llevarlos de la mano, ahora, lo que les hace falta es aprender a comercializar y en esa vía se manejaba Genaro Godina, un hombre cabal y fiel a sus principios.
Recientemente, un grupo de amigos, entre ellos Pedro Goytia, Cuauhtémoc Espinosa Jaime, Macario, y otros muchos más, se reunieron y le organizaron un sencillo reconocimiento por sus años de trabajo, por su dedicación al liderazgo en apoyo de cientos, de miles de campesinos que recibieron el apoyo y el respaldo de Godina Guzman, quien retomando las palabras del viejo profesor que llegó a la gubernatura del estado, intensificó las acciones para organizar a los productores, para capacitarlos en todo lo concerniente a la comercialización de los productos del campo.
La Central Campesina Independiente dejo de serlo, se transformó en el Movimiento Agrarista Zacatecano, el MAZ pero ya no fue lo mismo, poco a poco se diluyó y se perdió en la nada, como se han perdido la otrora gloriosa Confederación Nacional campesina, la Central Campesina Cardenista y muchas otras que a la fecha subsisten gracias a lo poco o mucho que les entrega el gobierno para que sigan haciendo su numerito y protestar por lo que sea, haiga o no haiga un motivo, una razón.
En el campo, también es relevante el destacar que los derechos humanos del padre, de la madre, de la familia rural en su conjunto, se ven violados en diferentes formas: en retraso de la entrega de los recursos ya etiquetados ya sea para la siembra de las tierras, para el mejoramiento de las escuelas, de las carreteras, de los caminos sacacosechas, de la creación y respaldo a las corporaciones policiacas, responsables de salvaguardar la vida y bienes de los mexicanos y de los zacatecanos en este caso.
En este tema, pudiéramos dedicarle espacios mayores, por la fuga de recursos pues, pero de ello escribiremos en otra ocasión, ahora lo fundamental es hacer señalamientos precisos porque estamos ya ante el relevo de la presidencia de la comisión estatal de los derechos humanos de Zacatecas, en la que se despacha actualmente el galeno Correa Chacón. Hay, como si fueran carnitas, 13 tiradores, trece aspirantes a presidir esa comisión intermedia que la verdad, la verdad dejó de funcionar cuando deja el timón el otro también galeno, Heladio Navarro.
Entre quienes aspiran, citaré de manera especial a quien tiene las cualidades y reúne los elementos que pide el perfil. Rafael Rodríguez Rodríguez, catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas, con maestría y doctorado en derechos humanos, persigue ese objetivo, y, como lo dice él y bien, “mi universidad me mandó a prepararme para poder ser en su momento, presidente de la comisión estatal de derechos humanos de Zacatecas”.
Los diputados, específicamente aquellos que conforman las comisiones relacionadas con este tema tienen esa gran responsabilidad, de hacer una elección que le sea benéfica a las y los zacatecanos, no a quienes se mueven entre los grupos de poder, o que buscan con la designación de tal o cual personaje, seguir disfrutando de la miel que escurre de un organismo que para la mayoría de la sociedad zacatecana, les ha servido para dos cosas: para 75 mil y para nada.
Zacatecas no se merece esto, hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega. ■
