■ Parece que son sólo inducidos a aceptar normas: catedrático de la Universidad de Barcelona
■ Necesaria, práctica reflexiva en nivel universitario para que los maestros en formación argumenten
La relación del maestro con la comunidad, los directivos, los padres de familia, los alumnos, las organizaciones gremiales e incluso consigo mismo, es un proceso de la educación que los programas de formación docente han olvidado, afirmó Serafín Antúnez Marcos, catedrático de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona.
Durante la conferencia La formación docente en competencias para las relaciones con la comunidad, impartida como parte del cuarto Coloquio Internacional de Educación, manifestó que las escuelas Normales no forman maestros capaces de relacionarse con sus compañeros y de comprometerse a proponer, aportar y argumentar ideas propias, y por el contrario, parece ser que son inducidos sólo a aceptar normas y “parece evidente que este conjunto de tareas las estamos aprendiendo por experiencia o imitación”.
Expuso que el docente se relaciona no siempre directamente con el supervisor, pero eso es necesario para acceder y gestionar a servicios de apoyo, además de vincularse con personas externas a la escuela, para que éstas no digan qué hacer o no, pero sí para participar en determinados proyectos.
Otro ámbito es la relación del docente con los padres de familia, la cual es importante porque hay muchos momentos en la vida cotidiana en que se debe establecer ese vínculo, pues las familias han hecho un acto de fe al dejar a sus hijos en las manos de los maestros.
Antúnez Marcos expuso que los padres tienen derecho a ser informados de forma sincera, a no ser manipulados, ser respetados y a ser buscados no sólo en las ocasiones en que se requieren recursos económicos o cuando sus hijos muestran alguna deficiencia, sino también en todos los procesos que se relacionen a la escuela.
Por otra parte, comentó que más allá de la comodidad del centro escolar, está la comunidad social, motivo por el cual el maestro debe comprender y dar respuesta a las expectativas de esa colectividad.
Respecto a la relación del profesor con los gremios y sindicatos, señaló que en la educación Normal es necesario que sean formados en ese rubro y que sepan hasta qué punto esos gremios le están informando y no controlando, discernir la forma en que se establecen las relaciones de poder al interior de ellos, conocer los sistemas de promoción y asenso y los derechos laborales en su conjunto.
Finalmente, explicó que la relación del maestro consigo mismo supone afrontar los deberes y dilemas éticos de la profesión, organizar la propia formación continua y desarrollarse a través de inquietudes genuinamente sentidas.
Antúnez Marcos reiteró que esas competencias, en los programas de formación docente, han estado sujetas al olvido, abandono y desconsideración, a incluso en diversos documentos signados por organismos internacionales, esos temas son apenas mencionados.
Señaló que los maestros deben estar conscientes que todos esos aspectos también son parte de su trabajo, lo que deriva en la necesidad de mejorar y desarrollar esas competencias durante el periodo de formación docente. Es decir, se requiere de una práctica reflexiva en el nivel universitario, a fin de que los maestros en formación planteen situaciones y argumenten.
Por tanto, hizo un llamado a “formar futuros docentes para que se empapen de todo eso en su periodo de práctica docente. En España, hemos tratado de desarrollar esas competencias en nuestros futuros maestros a través de situaciones de caso, que son expuestos a los alumnos y son debatidos”.
