■ Tuberías de drenaje presentan fallas desde 2013; autoridades, sin ordenar la reparación
■ Algunos pobladores presentan enfermedades de tipo gastrointestinal y casos de hepatitis
Habitantes de la comunidad de Río Florido viven una de las peores situaciones de contaminación registrada, pues tienen que lidiar con la población flotante superior a los 3 mil jornaleros bajo condiciones antihigiénicas, la situación empeora con la contaminación del Río Aguanaval, donde actualmente desembocan las aguas residuales que se producen en el lugar.
Río Florido es una de las comunidades más importantes de El Mineral, se encuentra aproximadamente a 20 kilómetros de la cabecera municipal y en ella viven un estimado de 800 familias, población que se duplica cuando arriban los recolectores de cultivo que han convertido en tradición instalarse por casi seis meses en la comunidad.
Actualmente, las aguas del drenaje de la localidad se encuentran expuestas y circulan junto con basura y desechos a través de las afluentes que desembocan en el Río Aguanaval, que también circula por las comunidades vecinas de San José de Lourdes, Emancipación, San Gabriel, Altamira, El Salto y otras 15 más.
Además de Fresnillo, este río cruza otros municipios de Zacatecas como Río Grande, Juan Aldama y Miguel Auza; de igual manera la corriente atraviesa otros estados del país como Durango y Coahuila, pues cuenta con una longitud superior a los 500 kilómetros, por ende lo convierte en uno de los más importantes de la zona norte de México.
Desde el mes de noviembre de 2013, los habitantes de la comunidad descubrieron que uno de los tubos que traslada el agua de drenaje a una laguna de residuos se fracturó y éstas tomaron el cauce del río para finalmente conjugarse con el embalse que sirve en la región para el riego de cultivos.
La falta de mantenimiento y el exceso de flujo residual provocaron que otro tubo de plástico, que de igual manera conduce las aguas de drenaje, también colapsara; actualmente la laguna donde deberían de caer las aguas negras del lugar se encuentra seca.
El delegado de la comunidad de Río Florido, José Francisco Escobedo, anunció que desde la toma de protesta como autoridad del lugar, informó tanto a la dirección de Obras y Servicios Públicos como a Desarrollo Social, de los desperfectos que podrían magnificarse por la presencia de los jornaleros agrícolas y la temporada de calor, pero ninguna instancia municipal emitió una respuesta.
“Desde que entramos, es decir la actual administración, les hice de su conocimiento de la fractura del drenaje, porque sólo son dos tubos de plástico que van a las fosas y ya son dos tiraderos de aguas negras las que contaminan, se les ha dicho pero no ha habido respuesta hasta la fecha”, expresó.
El caso fue expuesto en ese entonces al director de Desarrollo Social, Gilberto Eduardo Dévora Hernández, hoy presidente municipal suplente de Fresnillo, quien a pesar de conocer la problemática, no ha ordenado la reparación de la red de drenaje.
Agregó que otras instancias como la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tienen conocimiento de la problemática ambiental que ahí se presenta pero no hay respuesta para frenar la contaminación del Aguanaval.
Por la indiferencia de las autoridades de los diversos niveles de gobierno, cerca de 100 habitantes del lugar que viven cerca del cauce del río, tienen que soportar los olores que emanan de las aguas de drenaje y varios de ellos han presentado enfermedades de tipo gastrointestinal, además de otros casos de hepatitis que se presumen son causados por el derrame de aguas residuales.
Los pobladores de Río Florido han solicitado la construcción de una planta tratadora de aguas residuales para dejar de contaminar, para agilizar los requisitos y concretar la obra, los afectados entregaron un terreno a donación para la construcción de la infraestructura pero aun no hay un resolutivo a favor.
“Si no han podido resolvernos la problemática de reparar los tubos del drenaje, menos nos van a poder cumplir la construcción de la planta tratadora de aguas residuales y toda esa contaminación se va al Río Aguanaval”, finalizó el delegado del lugar, José Francisco Escobedo.
En torno a la grave problemática, Karla Gómez Barrón, titular del departamento de Ecología y Medio Ambiente, señaló que el departamento tiene conocimiento del daño ambiental desde hace un año y medio, esto debido a las solicitudes que el propio delegado de la comunidad efectuó para la reparación del drenaje.
“Como es tema federal porque pertenece a la nación el Río Aguanaval, la denuncia y el trámite debe hacerse ante instancias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que se pueda atender la contaminación del río”, justificó la titular de Ecología en Fresnillo.
Pese a ello, la funcionaria municipal calificó el problema de contaminación como mayor porque en la región no se presenta captación de agua pluvial y que pudiera aminora los estragos de la contaminación, misma que se presenta en otras comunidades donde sus afluentes desembocan en el gran río del norte.
Mientras autoridades se deslindan de la atención del tema, a ésta y otras comunidades que tienen afluentes al Aguanaval en Fresnillo, ha iniciado la llegada de los jornaleros agrícolas quienes por sus usos, costumbres y falta de higiene, los afectados adelantan que los efectos se triplicarán y ello se traducirá en enfermedades e incluso no se descarta la posibilidad de pérdida de vidas humanas a consecuencia de la negligencia.
