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domingo, 19 mayo, 2024
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Tortas japonesas

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Por: HERÓN EDUARDO DOMÍNGUEZ • admin-zenda • Admin •

Si como desde las páginas de un diario local, aduce un cierto defensor oficioso, la documentación en que se basa alguna de las denuncias presentadas contra el ex gobernador Miguel Alonso ante la PGR, al decir de la cual por medio de facturas apócrifas malversaría éste durante su mandato más de trescientos millones de pesos, contiene “datos confusos”, y son éstos “interpretados” -se supone que mal- por los denunciantes para imputar al hoy director de un más bien irrelevante organismo estatal (que no miembro del gabinete presidencial, como apunta el referido defensor), probar su inocencia será entonces un problema menor: demostrar la existencia de las empresas adjudicatarias, así como las obras ejecutadas por las mismas, y nada más.

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Mucho más contundente sería demostrase el ex mandatario su patrimonio y el de sus familiares cercanos (parcialmente a la vista de todos) es producto de alguna herencia, toda vez que ni a él ni a los ninguno de los parientes referidos se les conocen actividades empresariales previas a su ascenso político; empero atribuir dicha denuncia al “triunfo” de su partido (o alguno de ellos) en las elecciones extraordinarias de la capital del estado resulta, por decir lo menos, poco convincente.

***

Imposible estar en desacuerdo con el general Cienfuegos, cuando afirma éste el problema del narcotráfico no se solucionará a balazos; a lo que habría de añadir que de ser así dicho problema estaría resuelto hace rato; ya que si algo durante los últimos diez años no ha faltado han sido balazos.

Lo que el general no dice es que muy probablemente no se quiera resolver dicho problema, mismo que si bien a quienes manejan el país genera molestias menores (recomendaciones de organismos internacionales, pésima imagen, etcétera) resulta si no solución sí paliativo de muchos otros como la liquidez, escasa siempre, sin importar su volumen, ante la voracidad de las clases política y empresarial de nuestro maltrecho país; así como la presión demográfica de sectores de la población sin cabida en el reparto de beneficios.■

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