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sábado, 18 mayo, 2024
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La diferencia entre ser tonto o buena persona

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Por: JULIO CÉSAR NAVA DE LA RIVA •

Todos en algún momento de la vida, nos hemos sentido como tontos y hasta nos hemos reprochado el hecho de haber confiado en alguien que nos falló. Es imposible que alguien pueda transitar por la vida. sin tener una decepción por un acto, hecho u omisión de otra persona. La frustración o enojo es mayor cuando tal situación proviene de alguien que considerábamos muy cercano. Aplicar a nosotros mismos el concepto “tonto” así como todos los sinónimos peyorativos que se nos ocurran, como palabrotas o groserías, sería auto asignarnos o aceptar que nuestro entendimiento e inteligencia es escaso, que nuestras facultades intelectuales o psíquicas son pocas o nulas, por ello primeramente es necesario evitar utilizar en nuestra persona este tipo de palabras, ya que encamina nuestros pensamientos en el rumbo equivocado y culmina con una mezcla de emociones que no ayudan, que confunden y que acrecientan poco a poco el dolor original.

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Manejar las decepciones es relativamente fácil cuando aceptas y entiendes que todo el tiempo te pueden pasar y que el origen real de dichas decepciones las generamos nosotros mismos al crear expectativas, mismas que usualmente no son realistas. Las expectativas son ideas anticipadas de las situaciones, con la esperanza de que éstas nos sean favorables. Aunque tomamos información real y actual que nos otorga ciertas probabilidades para que las cosas ocurran como deseamos, aún siguen siendo probabilidades y no puedes anticipar ni asegurar el futuro, ni mucho menos predecir actitudes del comportamiento humano, así que siempre estaremos expuestos a que suceda algo inesperado y que las cosas no sean favorables. A menos expectativa menor decepción así de fácil.

Es importante resaltar que, el no crear demasiadas expectativas no significa dejar de creer. Las expectativas nos ayudan mucho en la vida para mantener la ilusión y alegría por la vida y no debemos renunciar a ellas ya que podrías llegar a una amargura en tu ser, convirtiéndote eventualmente en fuente de decepción en todos los que te rodean. La clave está en fomentar y crear expectativas muy realistas, basadas en un buen análisis que te ayude a visualizar las diferentes eventualidades que puedan suceder en el futuro. Imprescindible será aceptar cierto nivel de incertidumbre que normalmente tendemos a evadir. A partir de hoy, evita decir que eres tonto por haber confiado en alguien que te falló, cambia este concepto por el de “buena persona”. Expresar palabras positivas hacía a ti mismo, te hará sentir mejor y comprenderás conscientemente que no fallaste tu, sino la otra persona y esto te llevará a reducir o eliminar el sentimiento de culpa. Muchas ocasiones nos lamentamos durante semanas, meses o años el haber confiado y nos sentimos mal, cuando la otra persona ni siquiera lo recuerda, eso es darle valor de más.

¿Por qué a pesar de todo lo que te pueda pasar, debes seguir confiando? Simple y sencillamente porque la probabilidad de ser feliz será mayor. Se realista. En muchas ocasiones ya sabes que algo va a salir mal y aún así sigues adelante. La persona frente a ti y/o las situaciones a tu alrededor, muchas veces tienen todas las alertas necesarias y sobradas que te indican que algo anda mal y por ser “buenas personas” o no ser realistas, hacemos caso omiso y seguimos. Poner orden, enfrentar la situación, encarar a una persona y ser realista, no debe obligarte a reaccionar con enojo, de forma grosera o exacerbada, ni tampoco aceptar con dolor quedarte callado o permitir abusos, todo es parte de un equilibrio difícil de lograr la mayor parte del tiempo, donde debemos “no esperar nada de nadie, pero sí seguir teniendo fe”.

Todas las situaciones y experiencias que pasan, deben ser tomadas como un aprendizaje que nos permita evolucionar, como se dice coloquialmente “aprender para no tropezar con la misma piedra”, que si al menos tropiezas sea con una nueva que no habías previsto. Hay ocasiones en las que es fácil decidir qué hacer, pero hay algunas en las que existe mayor confusión y que se tienen que tomar decisiones difíciles, la recomendación es confiar en el instinto, regularmente si tu lógica es buena, nunca falla. Se paciente, prudente y tolera lo más posible, eso fortalece la capacidad de comprensión y te ayuda a tener un margen amplio de análisis. Si tomas decisiones impulsivas o anticipadas, provocará que tus actitudes otorguen condiciones para que seas atacado, pero si esperas un tiempo amplio, el análisis será profundo y tendrás más elementos para argumentar y una actitud desarrollada para hablar con firmeza. Les deseo suerte de corazón y que cuando enfrenten una decepción, Dios los guíe para que se expresen sin alterarse y sí con respeto, dignidad y el orgullo de saber que merecen lo mejor.

 

 (jylnava @hotmail.com)

 

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