■ La cabaña que habitó durante sus últimos 20 años de vida, tendrá otra vez “vigor literario”
■ El anuncio se dio dentro del programa académico del 29 Festival Cultural Zacatecas 2015
Lanzado como un anzuelo para provocar a quien haya que hacerlo, ayer en el contexto del homenaje que se rindió so pretexto de las recientes reediciones en la editorial Siglo XXI, de cuatro de sus libros, fue anunciada la existencia de otras cuatros novelas inéditas de María Luisa Puga, a quien se destacó como una autora todavía pendiente por revalorar, pero de manera definitiva por David Martín del Campo, como “la mejor de su generación”.
Cronología del estupor (1978), No se diga más (2004) Contracturas (2004) y Tonos (2004), curiosamente la primera correspondiente al año en que Puga editó su primera y emblemática novela Las posibilidades de odio, y las tres últimas referidas a su último año de vida, mismo en que también publicó su última novela, Diario del dolor, son las obras que esperan ver la luz.
El anuncio fue ofrecido dentro del programa académico del 29 Festival Cultural Zacatecas 2015, por Yolanda Alonso, estudiosa de la obra de la escritora, autora ella misma, y actual directora del Museo Manuel M. Ponce, quien también se dijo, esto por “indiscreción” de Martín del Campo, recuperó tras la muerte del compañero de vida de Puga, Isaac Levín, la cabaña que ambos compartieron por 20 años a orillas del lago Zirahuén, ubicado en la localidad de mismo nombre en el estado de Michoacán.
El espacio, al que definió el escritor David Martín del Campo como “el personaje de que se ha hablado”, en tanto fue el escenario del “exilio” en el bosque que vivieron Puga y Lavín, mismo que se inscribe como un periodo importante no solo en la vida de la escritora sino de su producción, “parece que va a tener otra vez vida y vigor literario”.
Alonso asintió, agregando que la cabaña donde pasara sus últimos años la autora, “a partir de la muerte de Isaac la recuperamos mi esposo y yo” y adelantó sin detallar, se utilizará “para desarrollar ahí un buen proyecto en Zirahuén”.
Acerca de la reciente reedición en Siglo XXI, editorial donde María Luisa Puga fungió como revisora de libros, de Las posibilidades del odio (1978) Cuando el aire es azul (1980) Pánico o peligro (1983) -Premio Xavier Villaurrutia-y La forma del silencio (1987), Martín David del Campo, quien fuera uno de sus amigos más cercanos, agregó, significa como autora de casa, un homenaje. “A veces las editoriales son nobles, responden y son agradecidas”.
Los derechos sobre la obra de María Luisa Puga, agregó, han estado inmiscuidos en conflictos legales que han llegado ante tribunales, pues su unión con Isaac Levín no fue legalizada.
“Entonces a la hora de que fallece una y el otro, los libros quedan al garete y el resto de la familia es quien ha tenido que reeditar esto. No saben muy bien a bien quien se va a quedar con los derechos”.
En este momento al parecer dijo, su hermana menor, Patricia Puga, es quien los ostenta, pero añadió, “con el tiempo, con esto del Internet, no se preocupen demasiado, todos los libros de María Luisa Puga estar en todas partes teniendo una pantalla”.
De Puga existen también entre 200 a 300 libretas que Elena Poniatowska, amiga de la autora, ha preguntado “¿no habrá alguien que los quiera publicar?”, según citó David Martín del Campo, y que acotó en su intervención de ayer, está la clave de su obra completa.
En el evento realizado en el foyer del Teatro Fernando Calderón, también participó en los comentarios a la obra de María Luisa Puga, la docente e investigadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Leticia García Argüelles.
