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domingo, 28 abril, 2024
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Malhumorados

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT • admin-zenda • Admin •

El mal humor sobre el que habló Peña Nieto en días previos a las elecciones, refiriéndose al malestar que experimentan muchos mexicanos se retrató en las urnas. A nivel nacional el peor saldo para los priístas es que su partido salió severamente raspado al perder frente al PAN la mayor parte de las gubernaturas en disputa. Al afirmar el propio Peña en relación con la situación económica por la que atraviesa el país, el despropósito de “que a todos le ha ido bien”, con el voto mayoritario la gente lo desmintió expresando su mal humor, traducido en disgusto y desaprobación contra el gobierno y el partido en el poder. Todo proceso electoral es un plebiscito con el que la ciudadanía expresa su aprobación o rechazo. La devaluación del peso, los precios altos de la gasolina, la falta de crecimiento económico que mantiene un alto desempleo, la corrupción rampante de funcionarios y políticos; males aunados a la inseguridad y delincuencia obtuvieron como una lógica respuesta un voto de castigo, sobre todo en los estados con las listas de electores más grandes en dónde se realizaron comicios. A menos que López Obrador mantenga e incremente su nivel de aceptación, de no enderezar el rumbo el partido de Peña Nieto volverá a perder la presidencia. México apunta a volver a tener alternancia. Aunque de ganar el PAN en el 18, ratificando el buen momento por el que pasa podría ser un cambio sin democracia. Otra regresión, pues esta vez los precios del petróleo y el entorno de la crisis mundial no salvaran a los ineficientes e inútiles gobiernos azules. La famosa transición mexicana a la democracia quedó en un esbozo. A habido relevos en los cargos de gobierno y de representación, pero sin que la democracia se exprese plenamente. Y es que pareciera que mientras prevalezcan grandes sectores de la población sumidos en la pobreza, el voto se seguirá comprando hasta en tanto no se eleve el nivel cívico y de conciencia de quienes al vender el sufragio corrompen a la democracia. En Zacatecas el reciente proceso electoral se caracterizó por una guerra sucia en contra del candidato que amenazaba con desplazar del poder al partido gobernante. Aquí, ni alternancia hubo siquiera y después de seis sexenios en los que el gobernador saliente no pudo imponer como sucesor a su delfín, Miguel Alonso resultó más picudo y lo logró. No conforme con eso, en el siguiente sexenio seguirá la continuidad en el gobierno del mismo partido.

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Son muchos los aspectos y aristas que arrojan como saldo unas elecciones. En las de Zacatecas entre otras se pueden mencionar las siguientes:

  1. Exceptuando a los panistas que en Zacatecas no pintan y son un partido más de la chiquillada, los políticos protagónicos que se disputan el poder y los cargos de elección surgieron de una misma matriz que podríamos llamar el primonrealismo. En su mayoría, los más notables habían sido priístas y pragmáticamente se volvieron monrealistas. De 1998 en adelante el único verbo que saben conjugar es el de chapulinear y han ido brincando de un partido a otro. Al primonrealismo salvo contadísimas excepciones, pertenecen los principales cuadros de la misma clase política desde hace 18 años se alternan en los cargos. La pugna Alonso Reyes-Ricardo Monreal es un pleito de familia. Nadie nos dice que no habrá reconciliación y que el rompimiento es real.
  2. Antes de iniciar las hostilidades y durante la campaña ésta se caracterizó por la guerra sucia con la acusación del candidato ganador en contra del elegido por López Obrador como abanderado de Morena, al ligarlo a un grupo de la delincuencia organizada, la lucha al principio parecía de tres y que el abanderado perredista insistía que era de tercios, termino siendo de dos y al final el ganador se enfiló al triunfo de calle. Como en las carreras de caballos, el priísta terminó dándoles faja y blanco llevándoselos de chorro. Libre y sin varas.
  3. Poco pudo hacer el candidato moreno. Aunque portan el mismo apellido, no es lo mismo David que Ricardo y no es lo mismo 1998 que 2016. El tiempo y condiciones en las que se produjo el monrealazo fueron diferentes a las de la actual coyuntura. La elección confirmó lo que todo mundo atento a las encuestas sabia: David, aunque es el más conocido no necesariamente lo hace el más votado.
  4. No obstante las acusaciones de corrupción y de enriquecimiento muy explicable que se le hace a Miguel Alonso Reyes, en Zacatecas falló la alternancia. El que el gobernador se haya salido con la suya e impuesto a su favorito tuvo que ver quizá con el candidato que impuso. Resultó más gallo que sus adversarios que resultaron ser unos pichoncitos. Aunque si el partido en el gobierno puso más dinero en la campaña y mercó más votos, su triunfo era previsible. Aunque de un tiempo para acá cuenta más el candidato que las siglas.
  5. Al no haber alternancia no hubo voto de castigo. No obstante, las muchas denuncias que hubo en contra de las trapacerías y corruptelas del actual gobernador, de que la gente no observa obra pública útil y trascendente, del enriquecimiento que se le atribuye a Miguel Alonso de lo que se dice sobre sus casas y terrenos, de lo que posee su hermana y cuñado; del señalamiento de su hermano comisionado para cobrar los diezmos de las licitaciones que se hacen con dedicatoria y dados cargados para favorecer a contratistas que más se presten y cooperen para entregar los moches, el partidazo refrendó la gubernatura al volver a ganar. Algo tuvieron que ver los candidatos adversarios que no resultaron ser del peso y tener la pegada más contundente para derrotar al tricolor.
  6. Campaña negra y coacción y compra del voto. Un factor de peso que sin duda influyó fue la campaña que el PRI y de su candidato a la gubernatura. Tello abanderó personalmente el tema de la inseguridad en el estado. Acusó con todas sus letras al exgobernador hermano del candidato moreno de tener ligas con un grupo delictivo y de su pretensión de erigirse en cacique. Ante una autoridad omisa o incapaz de vigilar y obligar a que los partidos informen sobre sus gastos de campaña, impedir que se compre o coaccione el voto, quien cuenta con más dinero legal e ilegal y dispone de una mayor cantidad de recursos económicos compra más votos.
  7. Estaba cantado. Desde antes del inicio del proceso electoral se sabía que la suma de las izquierdas prescindiendo incluso del PAN, era la única forma de ganarle al PRI y desplazarlo de la gubernatura. La coalición de las izquierdas no se hizo. A cuál más quería ser el candidato de la hipotética alianza. Ambiciones, prejuicios, resentimientos y sectarismos impidieron que fueran juntos, aunque no caminaran revueltos. Ahí están los resultados, ganó el PRI.

Colofón. Tello Cisterna retórica y demagógicamente recurrió como una de sus estrategias de campaña a la firma simbólica de contratos con la sociedad zacatecana en varios renglones como la creación de empleo, seguridad, educación y otros. No sabemos si como Peña Nieto los firmó con presencia de notarios, pero el reto que tiene es dar cumplimiento con todo el rosario de promesas y contratos con los que se comprometió. Un buen comienzo en su gestión de gobierno, sería deslindarse de su inmediato antecesor y ordene se le investigue por las acusaciones y demandas de que ha sido acusado por enriquecerse con recursos públicos. Solo así se podrá ver si la honestidad y decencia de la que presume, está por encima de la amistad y tutelaje de quien ha sido su padrino en política.

Pasadas las elecciones los ganadores comenzando con los que sacaron premio estarán felices, los perdedores incluidos aquellos que al votar lo hicimos por apoyar al que considerábamos el menos peor, seguiremos seguiremos disgustados con la política y el sistema de partidos y la situación social que reina en el entorno. ■

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