20.3 C
Zacatecas
domingo, 28 abril, 2024
spot_img

De todo y nada

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RENÉ LARA RAMOS •

La semana inició con un ambiente binacional, (internacional), aún sin calma, pero con una “normalidad” nueva y atroz, en casos particulares y según la personal situación, la fuerza de los impactos y sus consecuencias, impacta diferente. Aunque en “Los Ángeles no hay redadas”, se afirma, abundan los operativos del ICE (Oficina de Migración y Aduanas), por doquier: según registra La Jornada: 167,  en la declaración del Cónsul en Los Ángeles, Carlos García de Alba, quien a todas luces busca aminorar la difusión del terror y la confrontación, para evitar, convocar o incrementar una violencia, a la que se  llama a y se empeñan en, contener: por ejemplo, mediante la actuación de los Centros de Defensoría, cuya institucionalidad sirve como referente mínimo y básico para auxiliar a los paisanos en atender, ¿lo más grave de su problemática concreta, hoy cotidiana, en una convulsa frontera?

- Publicidad -

Frenado el sueño de emigrar, ¿a dónde ir? Por supuesto, lo inmediato es permanecer ahí e insistir de mil modos para cruzar. No obstante, con Trump, el hotelero millonario en la Presidencia de USA, soplan vientos políticamente diferentes, en el sentido de recuperar y completar la idea de construir un muro, hasta hoy “interminado”, pero con mayores visos de completarlo como realidad que aísle o separe de manera tajante, a los americanos de los mexicanos, no obstante la millonaria presencia humana de estos últimos, diseminados por la “Unión” y no sólo arracimados en la frontera norte. Incluso, en la Sur, esperan. ¿Qué tan inmediato será el operar institucional para los emigrantes, como para dotarlos de papeles adecuados para emigrar?

No obstante, para los mexicanos, ¿en qué condiciones se encuentra nuestro estado nacional, como para no continuar a ir allá, más allá de la emigración con papeles, y  generar aquí fuentes de empleo económicamente solventes, suficientes y con salarios atractivos, como para evitar insistir en la cultura de la emigración? Algo tan natural en lo humano, el emigrar, como ocurriera con la originaria diseminación de las razas que poblaron el mundo.

Fuera de esas disquisiciones, el trabajo de Susana González, para los lectores de La Jornada, aporta, con seriedad, elementos para la reflexión, cuando refiere que: En México comienzan a cancelarse o retrasarse inversiones extranjeras aun cuando no se han concretado las políticas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

Serio, bastante serio, lo que aún puede ocurrir, si a eso “se suman la incertidumbre y preocupación por los cambios a las reglas comerciales del país vecino, que pueden afectar los flujos comerciales de México, así como la normalización de la política monetaria estadunidense a un ritmo más rápido de lo previsto, lo que puede limitar las condiciones financieras globales.”

En esta coyuntura hay algo más allá de eso, parece llegado el momento al Estado, el de todos los mexicanos, de intervenir ya, no sólo como facilitador, tolerante o coadyuvante y cosas por el estilo, del Mercado, sino como lo que también es en estos momentos: el responsable de los millones de mexicanos que integran su población y decida cómo y para qué convocarlos a actuar por México, desde sus distintas situaciones, posiciones y “trincheras”, para generar una unidad dinámica – política – incluyente –  plural, dialógica y actuante, con sentido de lo privado y de lo público, para, en efecto, poder decir, proponer, reflexionar y debatir, como enfrentar esta coyuntura que abre una oportunidad cívica y política, e histórica por sus enormes dimensiones y posibilidades para convocar a pensar y pensar, de hecho y no sólo para el discurso, sino para iniciar a debatir, sobre algo, oficioso, pero real: qué estado guarda la Unión, de cara a un futuro inmediato y a otro de plazo medio e incluso largo, según se decida, a profundidad, el reformar o no, la a actual institucionalidad, ¿rebasada y/o anquilosada en varios aspectos? con el fin estricto de decidir y concurrir todos, con sus diferencias, a generar una dinámica estatal –nacional que nos reestructure como un Estado más moderno, no sólo en el sentido del operar del mercado o de un estado formal, sino de hacer que ese mercado y Estado, se modifiquen y sean acordes a las actuales y más urgentes exigencias de los mexicanos, en todos los sentidos, humanas, sociales, económicas, políticas, culturales etc.

¿Qué se hace al hacer eso? Descubrir, estructurar y operar, política y democráticamente, la sociedad, el Estado y el mercado mexicanos, con el fin estricto de hacerlos más productivos entre todos y para todos, ¿sería esto aterrizar la democracia, posible y concreta, aquí y ahora, o no?

En un quehacer y un ente como ése, todo mundo encuentra su lugar y responsabilidad y se dará cuenta que, con su presencia, las condiciones o situaciones posibles  se pueden convertir en realidad. Bastará con ver, al ego, por supuesto, punto de partida y, al alter, más allá, como posibilidad de construir, juntos, una complejidad que pueda ser compartida por todos. ¡Ojo, con el factor tiempo! ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -