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lunes, 20 mayo, 2024
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De los dedazos del PRI al Bastón de Mando entregado a Sheinbaum (Cuarta parte)

■ “El país debe ser reconstruido en sus instituciones políticas, en la organización y orientación de su economía, en las formas hacia las que se vaya desarrollando la sociedad, para ser entonces un país con democracia, en cuyas decisiones participe el pueblo en su conjunto” 
Cuauhtémoc Cárdenas
Discurso posterior a la elección presidencial, 1988

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

Miguel de la Madrid Hurtado fue Presidente de la República del primero de diciembre de 1982 al primero de diciembre de 1988; este priista fue primero alumno de López Portillo en la UNAM y, desde 1963 se inscribió en las filas del partidazo. Cómo parte de la Administración Pública Federal, De la Madrid fue subdirector general de Crédito de la Secretaría de Hacienda, luego subdirector de finanzas de PEMEX y titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Sin necesidad de algún bastón de mando, López Portillo lo destapó como candidato del PRI el 25 de septiembre de 1981, aunque a la vieja guardia de dicho partido no le gustó tal designación, aun así se quedó por dedazo y, ya en las elecciones, obtuvo el 74.3% de las votaciones celebradas en 1982, dejando muy atrás al panista Pablo Emilio Madero; en los tiempos cuando el PAN si era un digno opositor a la demoledora maquinaria de tricolor. Debo puntualizar aquí, que el único que terminó con el PRI, fue el mismo PRI, con todo y sus pésimos presidentes de la República, goberladrones, senadores, diputados, presidentes municipales etc., que generaron el hartazgo de la población; fueron sus mismas ratas las que carcomieron sus articulaciones, fue su propio cáncer el que se tragó sus entrañas, ya que como se puede advertir historicamente, no tenían frente a ellos, a ningún partido ni líder que pudiera ganarles (gánale al PRI), ellos se encargaron con sus corruptelas, de caer en las preferencias electorales y, peor aún, de entre sus filas, emergieron quienes se han encargado de diezmarlos poco a poco como Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, Porfirio Muñoz Ledo (QEPD) y el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador. Retomo pues el sexenio de De la Madrid en el que los resultados de ese entonces, también mostraron una total ineficacia para enfrentar la crisis económica que se agudizó con la caída de los precios del petróleo, lo cual, se sumó a la lamentable herencia dejada por los despilfarros de López Portillo, lo que generó, como ya dijimos, mucho descontento entre la población, pues tuvimos que pagar las consecuencias de tanta corrupción e impunidad que motivaron el crecimiento exponencial de la franja de la pobreza y la marginación. Con Miguel de la Madrid, el dólar en 1982 costaba $141.25 y al término de su sexenio: $2.290, dándose también, la peor devaluación del peso mexicano en toda su historia: 1442.92% (MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y DOS, PUNTO NOVENTA Y DOS POR CIENTO). Imagínese querido lector y querida lectora, lo que significó para las familias mexicanas vivir en un país con tan alto grado de crisis económica; los que comían tres veces al día, ya no lo hicieron o lo hicieron mal, los que debían dinero, sus deudas se hicieron impagables. Surgieron los planes de austeridad y el Presidente tuvo que vender hules, ya que cuando inauguró el mundial de México de 1986, a parte de las mentadas de madre, la gente le gritaba hulero, hulero, hulero. Dentro de sus huestes y, proveniente de los Chicago Boys formado en Harvard para chingar, Carlos Salinas de Gortari fungió como Secretario de Programación y Presupuesto de su maestro Miguel de la Madrid (Le dio clases en la UNAM). De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en 1988 se violentaron los derechos humanos democráticos de la población mexicana debido al fraude que se estructuró contra Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, candidato presidencial del Frente Democrático Nacional (FDN) que le ganó a todas luces a Salinas de Gortari (Don Carlos) la Presidencia de la República; por el PAN y a mi punto de ver, uno de los panistas más pretigiados de dicho instituto político, Manuel Clouthier  (QEPD) hizo una contienda muy digna y, si este político viviera, renegaría de las últimas componendas y alianzas con el PRI y el PRD; Clouthier tenía los tamaños para encarar, proponer y ganar, al igual que Cárdenas, las elecciones de 1988, ya que juntos, formaban por primera vez en la historia democrática de México, una dupla de peso político, de liderazgo que materializaban el hartazgo del pueblo, mismo que estuvo dispuesto a tomar las armas después del fraude electoral con todo y la caída del sistema del conteo de votos, llevado a cabo por el priista Manuel Bartlett Díaz quien no debiera formar parte del actual gobierno por su traición a la Patria. Continuamos la semana siguiente…

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