Si los padres no le brindan confianza, el menor será agresivo y enajenado en dispositivos
Habrá mucha demanda de trabajo psicológico para cuando los infantes acudan a la escuela
Rosario Martínez Flores, docente de la Unidad Académica de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), afirmó que los problemas psicológicos en los niños reflejan la angustia de los adultos y el ambiente emocional que hay al interior de su familia.
“Cuando un niño está presentando dificultades, algo de los padres hay ahí. No porque sea el reflejo de los padres como se dice, sino porque es el reflejo del ambiente emocional. Evidentemente el adulto siempre será un ejemplo para el niño en el sentido de la educación, de los valores y de los hábitos”.
Durante un evento conmemorativo por el Día del Niño, organizado por la BUAZ, la especialista en psicología infantil indicó que es necesario hacer que el niño no solamente sea un reflejo u objeto de las angustias de los adultos, lo cual no es sencillo porque la educación de un niño no es fácil, especialmente cuando es guiada por adultos que no confían en él.
Como consecuencia de un proceso de educación en el que los padres no le brindan confianza al niño, éste suele ser agresivo y enajenado en dispositivos tecnológicos, a la vez que esa pasividad “abruma su espacio y lo reduce en sus anhelos”.
En ese sentido, Martínez Flores manifestó que los psicólogos deben aprender a trabajar e intervenir desde la cultura del niño, de manera que “tenemos que estar activos en esta dinámica cultural si vamos a trabajar con niños. No es asunto de un conocimiento estático del diagnóstico, de un sistema psicológico, pues hay una singularidad que depende del entorno social”, explicó.
Refirió que en la actualidad se trata de promover un trabajo más dinámico y más activo en el ejercicio psicológico, ya que así se pueden advertir esas molestias, malestares y estancamientos que el niño puede llegar a tener.
“Se debe impulsar un movimiento para dale una salida y que el niño lo desarrolle en ese proceso creativo por medio de todas estas interacciones y estos elementos simbólicos que se le van dando”.
Refirió que en la actualidad habrá mucha demanda de trabajo psicológico para los niños en cuanto estos se reintegren a la dinámica escolar aún con la presencia de la pandemia, pues hay cuestionamientos sobre qué va a pasar, si el niño está preparado, etcétera.
De acuerdo con Martínez Flores, “lo único que se trata es confiar en el niño, entender que es un ser confiable e incluso más que adulto, porque en su originalidad y capacidad de creación, puede lograr mucho. Solamente debemos aprender a hablar su propia lengua”.
