■ Egresados de nivel superior no tienen garantía de insertarse en el mercado laboral: Márquez
■ Advierte que la formación de investigadores, científicos y tecnólogos es limitada
El modelo educativo basado en competencias, promovido en México durante los últimos años, “ha dado muestras evidentes de fracaso”, debido al elevado índice de desempleo y el abandono de asignaturas humanistas, afirmó Humberto Márquez Covarrubias, docente investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Según expuso, este modelo pretende formar el llamado capital humano, es decir, recursos humanos de acuerdo con las exigencias del sector corporativo y no a las necesidades sociales ni como estrategia de desarrollo nacional. En el caso mexicano, donde la economía está prácticamente estancada, ese recurso humano termina por dilapidarse, puesto que no existe la capacidad de absorción laboral.
Comentó además que bajo esa modalidad basada en competencias, el sistema pretende desarticular la educación humanista al declarar como irrelevantes asignaturas como Historia, Ética o Filosofía.
“El sistema educativo mexicano sigue una trayectoria de embudo: amplio en la entrada y muy estrecho en la salida. Mientras que la cobertura educativa en el nivel básico es de 99 por ciento, en el nivel medio superior se estrecha a 61 por ciento y en el nivel superior se reduce a 29 por ciento”, indicó.
En ese sentido, Márquez Covarrubias señaló que, quienes egresan del nivel superior, no tienen alguna garantía de insertarse en el mercado laboral, muestra de ello es que en la primera década de este siglo, egresó un promedio anual de 105 mil estudiantes de las instituciones de educación superior en el país, sumando un total de 2.7 millones de profesionistas, pero la economía sólo pudo generar 1.8 millones de empleos permanentes, ello sin considerar el rezago histórico o acumulado.
Según informó, la tasa de egresados universitarios es de 5.6 por ciento, mientras que la economía solamente ha crecido 2.2 por ciento y la generación de empleos es aún en menor medida, de 1.1 por ciento.
Es decir, los profesionistas no disponen de mercado laboral formal que los pueda recibir, lo que la sociedad mexicana tiene un futuro incierto bajo un modelo económico excluyente.
Manifestó que aunado a esa situación, la formación de investigadores, científicos y tecnólogos es muy limitada, pues únicamente 6.9 por ciento de la matrícula escolarizada del país cursa alguna especialidad, maestría o doctorado, y de ellos sólo 10 por ciento cursa algún doctorado.
Márquez Covarrubias dijo que en México solamente se gradúan más de 2 mil doctores al año, mientras que en Brasil o Corea del Sur, lo hacen 10 mil, lo que se traduce en una baja producción científica, desde publicación de textos científicos hasta registro de patentes.
Concluyó que el sistema educativo está en crisis y “ha dejado de cumplir el papel de movilidad social que los jóvenes esperaban y el profesorado está desmoralizado, porque percibe bajos salarios y es manipulado político y electoralmente”.
