19.7 C
Zacatecas
viernes, 3 mayo, 2024
spot_img

Crisis estructural de la UAZ ha consolidado 5 mafias internas que la controlan, advierten

Más Leídas

- Publicidad -

Por: MARTÍN CATALÁN LERMA • Araceli Rodarte •

■ Un grupo continúa con el proyecto de instaurar una Junta de Gobierno en la institución

- Publicidad -

La crisis financiera y estructural en que se encuentra la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) es la coyuntura que ha generado y consolidado cinco mafias internas que controlan la Máxima Casa de Estudios de la entidad con base en acuerdos y favores, cooptación y protección.

Estas son encabezadas por Francisco Javier Domínguez Garay, Alfredo Femat Bañuelos, Rafael Rodríguez Espino, Cuauhtémoc Rodríguez Aguirre y Miguel Rodríguez Jáquez, ex rectores, secretario general del Sindicato de Trabajadores (Stuaz), secretario general y secretario académico, respectivamente.

En ese sentido, un alto funcionario de la UAZ confirmó que Rodríguez Jáquez, apoyado por José Francisco Román Gutiérrez, continúa con su proyecto de instaurar una Junta de Gobierno que sería encabezada justamente por el actual director de la Unidad Académica de Historia. Para impulsarlo, la operación se realiza desde el programa de Turismo.

Recientemente, revela, se han reconfigurado los grupos políticos al interior de la UAZ, y en principio hubo coincidencia entre Rafael Rodríguez Rodríguez, ex abogado de la Universidad; Rodríguez Aguirre, Femat Bañuelos y Domínguez Garay, para buscar la manera idónea de acceder a la Rectoría y forzar la salida del actual titular de la administración central, Armando Silva Cháirez.

Para lograrlo, “el que fungió, porque ese es su papel en todo proceso, como golpeador, a través de tomas y manifestaciones, fue el líder del Stuaz, Rodríguez Espino, pero con un acuerdo político de fortalecimiento de ese sindicato, más allá de lo que establece la Ley Orgánica en lo que respecta a la representación institucional de 7 por ciento. Es decir, ir copando espacios que antes ocupaba el Spauaz e iba a ser ocupado por el Stuaz”.

“De ahí nace el conflicto de los técnicos académicos y académicos profesionales, en el entendido de que había un acuerdo entre el Rector y Antonio Guzmán, de que toda plaza de ese tipo que tuviera o prefigurara la contratación de gente del Stuaz, se le iba a ceder al Spauaz”, agrega.

En ese momento, todo suponía que el Stuaz estallaría a huelga, e incluso se elaboró una estrategia para que el Spauaz pudiera hacer un plebiscito sumario de delegaciones y aprovechar de ese movimiento huelguístico para sus propios fines.

Sin embargo, funcionarios de Gobierno del Estado le hablaron a Rodríguez Espino y lo conminaron a no realizar la huelga, a pesar de que todos los delegados sindicales estaban a favor de ella.

En consecuencia, el Spauaz estalló la huelga respaldado por los diversos grupos políticos, a fin de “tumbar” al Rector, aunque finalmente se dieron cuenta de que una huelga no debía realizarse para ello, sino para atender las demandas de la base.

Sin embargo, esa huelga no fue política y por lo tanto, la gran coartada que tuvo el sindicato para terminar la huelga, fue el pago de la Seguridad Social de enero y febrero de este año.

El funcionario universitario afirmó que la exigencia del pago de la Seguridad Social ha sido una cortina de humo para justificar un problema estructural que se ha acumulado durante mucho tiempo y que se debe al limitado subsidio que se le otorga a la UAZ.

La huelga terminó cuando se reunieron el Rector, el secretario general del Spauaz y el secretario general de Gobierno, Francisco Escobedo, pero hubo el problema que los profesores aún no estaban preparados para levantarla, lo que obligó a Guzmán Fernández a mantenerla y convocar a una reunión para autorizar la realización del plebiscito.

El plebiscito sirvió como un mecanismo para medir la fuerza del grupo de Femat Bañuelos, apoyado por Rodríguez Aguirre, y del grupo de Domínguez Garay, ocasionando un nuevo rompimiento entre ellos, porque este último seguía con la idea de “tumbar” al Rector.

En ese contexto, también hubo un rompimiento en esos grupos que estaban de acuerdo con terminar la huelga y Rodríguez Espino decidió tomar el edificio de Rectoría, para seguir con su demanda de rescindir a los técnicos académicos y académicos profesionales.

Femat Bañuelos exigió puestos  en la administración central con el antecedente de haber coadyuvado en el mantenimiento de la continuidad de Silva Cháirez en la Rectoría, y por ello se habla de la destitución de algunos funcionarios vinculados a Domínguez Garay, entre ellos los coordinadores de Vinculación y el Centro de Aprendizaje y Servicios Estudiantiles (CASE).

También se escuchó la posibilidad de destituir a Margarita Huizar Carranza, de la Coordinación de Contabilidad Gubernamental y Revisión, pero ello implicaría problemas por ser hermana del titular de la Secretaría de la Función Pública del Gobierno estatal, dijo.

“Tenemos una estructura muy inestable y se están generando situaciones de acuerdos y desacuerdos. Quien gane en el Spauaz no significa que el sindicato tenga mucho que ver en la vida universitaria, porque ya no pueden ser agentes de cambio”, comentó.

En el tema de la Seguridad Social, reiteró que esta nunca se ha pagado en la Universidad. Durante la Rectoría de Francisco Flores Sandoval, por ejemplo, hubo el acuerdo de que los trabajadores no aportarían 8 por ciento correspondiente a la Seguridad Social, porque lo pagaría el entonces gobernador Genaro Borrego, quien lo cubrió sólo de forma temporal.

“Desde ahí viene todo el problema. La Universidad nunca pagaba a lo que ahora es el SAT. La Universidad nunca enteraba e incluso ni siquiera tenía todas las claves de sus docentes enteradas a la Secretaría de Hacienda. Por eso había maestros que no enteraban sus ingresos y no había problema hasta que se tuvo la necesidad de ampliar la cantidad de contribuyentes”, expuso.

La fotografía difundida en La Jornada Zacatecas, en la que aparecían Femat Bañuelos, Domínguez Garay, Rodríguez Aguirre y Rodríguez Espino, evidencia ese propósito de buscar la renuncia de Silva Cháirez, pero después de algunas semanas, esa imagen ya no es vigente.

Incluso, afirmó que a Rodríguez Aguirre no le desagrada la idea que tiene el pequeño grupo encabezado por Rodríguez Jáquez y Román Gutiérrez de privatizar la UAZ para resolver todos sus problemas.

La apuesta de ellos es que Gobierno Federal intervenga, audite a la Universidad y apruebe la iniciativa de privatizarla e instalar una Junta de Gobierno, que sería presidida por alguno de ellos.

Es este momento, entonces, aparentemente ya no hay la intención de “tumbar” a Silva Cháirez, pues ninguno de los candidatos a la secretaría general del Spauaz ni los grupos políticos lo plantean aparentemente. La apuesta de todos es para el proceso electoral dentro de dos años, en el que seguramente cambiarán los acuerdos y alianzas entre las mafias universitarias.

 

Crescenciano Sánchez

La presión que ejercen los grupos políticos al interior de la Universidad no es algo nuevo.

Al transcurrir el tiempo, se constituyeron líderes políticos y académicos con visiones diversas sobre la UAZ, pero el problema reside que en determinados momentos “se ha actuado en función de intereses personales sobre los académicos”.

“En todas las universidades se hace política a través de la academia. El problema fue que nos excedimos y las personas que en cierto momento han dirigido esta Universidad se han excedido. Eso ha derivado en el clientelismo político y por eso tenemos que equilibrar y darle su peso a la academia”.

No obstante, en este momento ya no hay espacios universitarios donde sea posible hacer promesas a los profesores a cambio de favores, lo que indica la importancia de volver al sindicato y al Contrato Colectivo “para que los defiendan, porque sus padrinos ya no lo pueden hacer”.

 

Alberto Vélez

Uno de los aspectos que deben transformarse al interior de la Universidad, es el imperio de los intereses políticos de algunos grupos y personales, por encima de las necesidades académicas, laborales y sociales.

Esos grupos son encabezados por los ex rectores Alfredo Femat y Francisco Javier Domínguez, el actual secretario general Cuauhtémoc Rodríguez, y Rafael Rodríguez Espino, dirigente del Sindicato de Trabajadores, quién se relaciona con los demás dependiendo de la coyuntura, aunque finalmente “se responde a sí mismo”.

En el contexto de la crisis financiera de la institución, manifestó la necesidad de una dirigencia sindical más comprometida con el sector académico y no con los intereses de dichos grupos que han estado por encima del interés colectivo.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -