conscientes de que la educación cívica es una disciplina que incluye diversos campos del conocimiento y el quehacer humanos, que son objeto de atención por parte de otras instancias, el otrora Instituto Federal Electoral (IFE), promovió el desarrollo de competencias cívicas para el pleno ejercicio de la ciudadanía democrática.
Es a partir de 1991 que el IFE inició formalmente las actividades de educación cívica, la primera línea de trabajo correspondió a la planeación y diseño de actividades vinculadas con la historia cívico política, en apoyo a esta línea se editaron folletos y carteles alusivos; en 1993 se introdujo el programa de valores y prácticas de la democracia con temas como: divulgación de la cultura democrática, educación cívica para la población infantil y juvenil, información y servicios bibliográficos y promoción del voto; en 1996 se empezó a trabajar sobre los derechos de la niñez, con el programa derechos y valores de la niñez mexicana. En 1997 inician las elecciones infantiles que se convirtieron en consultas infantiles y juveniles; para 1998 se diseñó el taller de educación ciudadana, con el objetivo de fomentar la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y políticos del país; otro programa fue el de nosotros los jóvenes… proyecto ciudadano, con el objetivo de involucrar a los jóvenes de secundaria e la detección y propuestas de solución a problemas propios de su comunidad a través de política públicas.
Es en el año 2001 cuando el IFE inicia la elaboración de planes y programas con objetivos y proyectos de largo alcance, como son:
Plan Trianual de Educación Cívica (2001-2003), como resultado de una acuciosa revisión crítica de las acciones que en la materia había venido realizando el Instituto y con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de una ciudadanía consciente de sus derechos y responsabilidades, fomentar la participación cívica e impulsar la práctica de los valores de la democracia.
Programa Estratégico de Educación Cívica (2005-2010), este programa fue resultado de un amplio proceso de deliberación, respecto de las tareas que el IFE debía llevar a cabo, como órgano de Estado y de acuerdo a sus atribuciones legales, para contribuir a elevar la calidad de la democracia mexicana.
Estrategia Nacional de Educación Cívica (ENEC 2011-2015), es un documento de planeación que define la orientación, propósitos y alcance de las acciones que realizaría el IFE, para dar cumplimiento al mandato legal y reglamentario en materia de educación cívica.
Hasta antes de la reforma constitucional en materia político-electoral aprobada en el mes de febrero del presente año, el artículo 41 base V, párrafo 9, establecía que: “El Instituto Federal Electoral tendrá a su cargo en forma integral y directa, además de las que determine la ley las actividades relativas a la capacitación y educación cívica…”, esta facultad relativa a la educación cívica, ha sido retirada del texto constitucional, para quedar como sigue: “En las entidades federativas las elecciones locales estarán a cargo de organismos públicos locales en los términos de esta Constitución, que ejercerán funciones en las siguientes materias: 1…… 2 Educación cívica”. Como lo establece el artículo 41, base V, apartado C.
Con la finalidad de garantizar la construcción de una política nacional en la materia, es necesario que la Ley secundaria establezca que el INE será el coordinador del diseño de una estrategia nacional en materia de educación cívica, que elaborará las políticas generales, definirá los contenidos y diseñará los proyectos en la materia. Los órganos electorales locales, atendiendo a las necesidades y/o particularidades en su ámbito geográfico y la población a la que atienden, instrumentarán los respectivos proyectos.
Se hace necesario un gran acuerdo nacional por la educación cívica, en donde se involucren organizaciones de la sociedad civil, partidos y agrupaciones políticas, instituciones públicas y privadas, medios de comunicación entre otros, para tener una visión clara y uniforme de lo que se pretende. Es decir, la construcción de una ciudadanía participativa e interesada en los asuntos públicos, para de esta manera consolidar una sociedad más democrática.
Tener una política nacional de educación cívica, no solo unificará los contenidos y actividades, sino que garantizará un objetivo fundamental: contribuir al fortalecimiento de una ciudadanía que comparta conceptos elementales sobre democracia, participación, derechos y llamado al voto. Con esta estrategia, podríamos abatir la apatía de la población por los asuntos públicos de su comunidad y de su estado; además, la práctica permanente de valores cívicos y democráticos ira construyendo una ciudadanía plenamente responsable e interesada en tomar parte en la problemática social que vive.
Los senadores y diputados del Congreso de la Unión, quienes son los encargados de elaborar las leyes, deberán ser muy sensibles a los planteamientos y propuestas que han vertido consejeros electorales, intelectuales y analistas, para que el INE, conserve la facultad de elaborar y promover la educación cívica. Ellos tienen la última palabra. ■
*Vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica de la 04 Junta Distrital Ejecutiva del INE en el estado
