El siglo XXI ha traído numerosos cambios en las empresas y en su entorno, varios factores han contribuido a este fenómeno, las modificaciones económicas, tecnológicas, sociales, culturales, políticas, demográficas y ecológicas han actuado de manera conjunta y sistemática para producir resultados imaginables.
Los nuevos retos han sido impulsados por su materia prima más valiosa el Recurso Humano(es decir, la mano de obra). Es por ello que la empresa busca dar los mejores resultados, y gran parte de ese logro, es por el buen manejo de su personal.
En este contexto, el área de Recursos Humanos es una de las áreas que más cambios ha experimentado, los cambios son tantos y tan grandes que hasta el nombre ha cambiado, la denominación de capital humano resulta ser lo más importante dentro de una organización y se basa en la productividad de los trabajadores en función de su trayectoria y su experiencia laboral.
A lo largo de este informe vimos que se muestran nuevos enfoques y teorías que permitirán perfeccionar y ampliar el alcance del capital humano en las organizaciones de cualquier índole. Dadas las nuevas condiciones del mercado es imposible que una empresa piense en ser exitosa aplicando los principios de administración clásicos, que fueron eficientes en su época pero que ahora se han visto rezagadas por nuevas tendencias y nuevas técnicas de las cuales se valen las grandes compañías.
Al hablar del ser humano como generador de riqueza hacemos referencia a que las personas son el capital humano de una empresa y no un mero recurso, por lo tanto es recomendable y fundamental que los esfuerzos sean mutuos y equilibrados. Si la empresa crece, el hombre progresa, y esto trae consigo un mejor bienestar, que a su vez hace que la sociedad tenga un mejor desarrollo.
Todos sabemos que el trabajo no es una mercancía ni un artículo de compra y venta, sino el resultado de una labor física y/ o mental, libre y voluntaria, ética y retributiva; además de ser una actividad creadora e impulsadora del progreso económico y cultural de los pueblos, del desarrollo y de la prosperidad de la civilización. El trabajo del hombre es inherente a su persona y es una de las características principales que lo distinguen de las demás criaturas. No es el hombre quien se dignifica con el trabajo; sino el trabajo, que se enaltece, eleva, y sublimiza gracias a la actividad del hombre. ■
