■ “Se espera que por lo menos se logre una reorientación de la estructura”: Guardado
■ La población no debe hacerse grandes ilusiones y creer que los problemas del país se resolverán por magia
■ “Para lograr cambios económicos, el nuevo gobierno debería propiciar la participación de las empresas privadas en múltiples sectores”
La administración gubernamental de Andrés Manuel López Obrador no cambiará radicalmente el modelo económico del país y, sin que haya rupturas y derrumbes económicos, se espera que por lo menos se logre una reorientación de la estructura y se hagan cambios para darle oportunidad de crecimiento a más mexicanos, afirmó el economista José Luis Guardado Pérez.
Ante la llegada de un nuevo Gobierno Federal, el docente de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) consideró que la población no debe hacerse grandes ilusiones y creer que los problemas del país se resolverán por magia, sino por el contrario, se debe pensar con frialdad para saber administrar las expectativas que genera una nueva administración y evitar decepciones.
Comentó que para lograr cambios económicos, el nuevo gobierno debería propiciar la participación de las empresas privadas en múltiples sectores, y en aquellos lugares donde no haya interés de la iniciativa privada por no ver estímulos, deberá entrar el Estado con inversión y gasto público, para que así se comiencen a eliminar los desequilibrios entre grupos sociales y regiones económicas.
Es decir, en los sectores donde los privados no quieran tener inversión por no ver ganancias, será necesario el gasto del gobierno, sobre todo en las regiones donde impera la marginación, agregó Guardado Pérez.
Refirió que actualmente es cuestionable que los únicos negocios que prosperan en México son los de los grandes grupos económicos, por lo que la tendencia deberá cambiar y lograr que en un máximo de dos o tres años comiencen a mejorar los ingresos de las familias mexicanas.
Explicó que a nivel de proceso de acumulación de capital se dan concentrados dos fenómenos: la concentración y centralización del capital, los cuales en la medida que se profundizan restan competitividad a la economía porque se hace oligopólica, de modo que al momento que ello se contrarreste habrá mayores oportunidades para el desarrollo de nuevos negocios.
Respecto de una posible baja en el precio de los combustibles, Guardado Pérez dijo que no se pueden dejar de lado las condiciones internacionales y en ese sentido, sería muy aventurado para el nuevo gobierno comprometerse a un precio fijo.
Únicamente se deberá cuidar que los ajustes en el precio de las gasolinas no sean tan lesivos y causen tanto daño a la situación económica de las familias y que en la medida que las economías se fortalezcan, habrá menor vulnerabilidad a los precios, no sólo de la gasolina sino de los bienes básicos.
De acuerdo con Guardado Pérez, “querer meterse a administrar precios no es muy prudente, pero sí se debe encontrar una política donde el impuesto sobre la gasolina sea el menor posible”.
