■ Aún se limita al reconocimiento de héroes y la conformación del Estado, expone
Uno de los mayores retos en el ámbito curricular de la educación básica, es reorientar la enseñanza de la Historia en educación básica, puesto que en este momento no ayuda a los alumnos “a comprender la realidad del presente con base en el pasado, y hacia una mejora en el futuro”, sin memorizar fechas, hechos y personajes, afirmó René Amaro Peñaflores, docente de la Unidad Académica de Historia de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Aunque prevalece una visión tradicional de la Historia donde esta es “acontecimental”, es decir, que se limita al reconocimiento de héroes y la conformación del Estado y el gobierno, en realidad debería enseñarse e investigarse a través de los procesos políticos no solamente de las élites, sino también de los grupos populares, las milicias, los artesanos, es decir, tomando en cuenta la subalternidad.
“Se está haciendo una nueva Historia con las escuelas e institutos literarios, con la cultura política científica en el porfiriato, con la laicidad. Es decir, se está haciendo una nueva Historia que necesita enriquecer esa visión limitada de la Historia plasmada en los libros de texto”, indicó.
En ese contexto, añadió que la enseñanza de la Historia que se efectúa en educación básica e incluso en educación superior, mantiene problemas relacionados a la formación e interpretación de esa área de conocimiento.
Asimismo, Amaro Peñaflores afirmó que los planes curriculares que hay en las escuelas Normales de la entidad, tienen deficiencias notables en la enseñanza de la Historia, puesto que la formación que ahí se imparte a los futuros maestros es muy limitada en el sentido que no llevan un curso sobre Historiografía.
Los problemas que plantea la Historiografía desde la escritura, los enfoques y las formas de investigar la Historia entonces, son desconocidas por los maestros de educación básica y en consecuencia adquieren una visión limitada que posteriormente reproducen en la enseñanza en primaria y secundaria, explicó.
No obstante, que ello no significa que los maestros no tengan el potencial o la capacidad para enseñar otro tipo de Historia que impulse a los niños a pensar históricamente, y no encasillarse en la enseñanza tradicional donde los niños deben aprender contenidos y memorizar fechas y hechos, según Amaro Peñaflores.
“Hemos visto una respuesta muy favorable de los maestros de incorporarse a estos procesos desde la perspectiva de la nueva Historia, es decir, desde el enfoque de un objeto de estudio más amplio y entender la historia desde abajo, desde los grupos populares y subalternos, que constituye una Historia que necesita recuperarse en los municipios y las comunidades”, concluyó.
