En Zacatecas contamos con una universidad que debe hacer investigación. Y tenemos la certeza de que la solución de los problemas del desarrollo en cualquier parte del mundo es impensable sin investigar dichos problemas. Es decir, es impensable que sin transferencia de conocimientos se pueda aspirar a una gestión del desarrollo con calidad. Si el Estado quiere enfrentar con un mínimo de éxito sus obligaciones debe aumentar decididamente sus capacidades, y la única manera de hacerlo es contribuir a los centros de producción de conocimiento en estas tareas.
Una manera de hacer esto, es poniendo en marcha incubadoras de soluciones, y después trasladarlas al terreno extenso de la realidad. Es muy parecido a la incubación de vacunas que luego se distribuyen a toda la población, pero ahora es pensarlo para todas las áreas de acción del estado: la productividad del campo, la calidad educativa, los servicios de salud, la organización de servicios públicos, etcétera.
Pero no sólo procesos simples para adaptaciones mecánicas, sino procesos complejos para problemas complejos, como es el caso de la pobreza o la producción cultural o la democracia de calidad. Para ello, se tendría que convertir un territorio completo y delimitado en una incubadora real de soluciones: un territorio demostrativo a cargo de los académicos para que muestren cómo solucionar problemas complejos. Con ello, se podría tener un paquete de transferencia de saberes, conocimientos y metodologías para aumentar considerablemente las capacidades estatales. Y un Estado con capacidades amplias, es sinónimo de una sociedad con calidad de vida.
Ahora se pone en marcha el tema del agua, como una muestra del trabajo académico aplicado al desarrollo directo del estado de Zacatecas, pero se puede hacer muy amplia esta lógica de acción: un plan estratégico de innovación, que incluya todas las temáticas articuladas. Este plan puede convertirse en el criterio para organizar la investigación en las IES del estado; que sin ser excluyente de temas universales o globales de investigación, se le dé prioridad a la creación de conocimientos que resuelvan problemas locales.
Para una iniciativa de este tipo se requiere gran visión y determinación de acabar con tantos males endémicos, y no solamente administrar la miseria. Pero en la administración universitaria vemos poca visión y falta absoluta de arrojo; y en el Estado vemos mucha preocupación en los procesos políticos de corto plazo, que nubla la visión para las soluciones de carácter estratégico para nuestra entidad. Se requiere de nuevos liderazgos académicos y políticos para poner en marcha esta y muchas otras iniciativas que harían de Zacatecas un estado en pleno desarrollo humano. Liderazgos que se crezcan con las adversidades, y no se entretengan en el sopor de reciclar problemas domésticos. Darle dinamismo político al conocimiento es tarea de liderazgos que hayan superado la mediocridad de las facciones y su mirada esté guiada por auténtica preocupación en el florecimiento de este pueblo.
