Goitia, uno de los pintores universales mas sorprendentes del mundo, hijo del pueblo campesino zacatecano, en su profunda religiosidad ponderaba a Dios por sobre todas las cosas y mandado a estudiar a Fresnillo a los 8 años de edad y con la abundancia del ganado, la plata y las cosas increíbles de un pueblo minero, recorría desde Patillos a paso tardo, 30 kilómetros aterido de frío, pero con tal de saber de estudios, novedades, pinturas y poemas.
El Padre de Francisco Goitia era dado a las lecturas pero también a las armas, desde entonces Fresnillo tenía la fama de ser una zona peligrosa donde abundaban los asesinos y ladrones, la gente que allí laboraba era de malos antecedentes y el papá de nuestro pintor favorito tenía el respeto entre peones y pastores, pero ponía el ejemplo con su arrogancia a chambear desde temprano, a administrar haciendas, y a pesar que la revolución de 1910 peleaba contra los latifundistas, en ese zona fresnillense las rebeliones campesinas y populares pasaron a mejor vida y las haciendas seguían produciendo debido a la benevolencia de los patrones encintados.
Goitia sabía de la tragedia del hambre entre amplias capas populares del estrado zacatecano y ya en sus pinturas da detalle del dolor, la amargura, la pena y la violencia en cuadros de magnífica hechura como Tata Jesucristo, El Ahorcado, El Vagón de Ferrocarril, obras que alcanzaron un cuantísimo valor en las mejores galerías del planeta gracias a la originalidad del artista realista e impresionista.
Desde entonces la tradición de las artes plásticas en Zacatecas son cosa de ver y admirar y entre ellos hay multitud de pintores y artistas plásticos de incalculable valor y sentimientos encontrados.
Cosa buena en un estado admirado en el firmamento nacional como el generador de las tormentas del alma y la creatividad ante el panorama de una población que le aporta a las riquezas nacionales y mundiales, dígitos meritorios sin desmerecer ningún renglón, ni el deportivo o musical, ni el humanístico o seglar, empresarial y de hombres y mujeres de inmensa esperanza de que la fraternidad, la no angustia, la paz y el gozo vuelvan para siempre en este estado admirado por el mundo entero.
