■ El personaje fue un compositor experto en la técnica de composición del contrapunto
■ Intentan crear piezas musicales con base en patrones de su música con un programa
Johann Sebastian Bach “fue un científico que usaba la música para hacer ciencia porque en sus composiciones hay conceptos matemáticos muy profundos. No se sabe si sabía de matemáticas o su intuición hacía que llegara a tener patrones matemáticos muy poderosos”, afirmó Juan Manuel Soto, investigador de la Unidad Académica de Matemáticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Durante la conferencia impartida este viernes titulada “Generación de ideas musicales basadas en la obra de Contrapunctus de Johann Sebastian Bach”, en el marco del Festival Cultural Zacatecas 2019, expuso que ese personaje fue un compositor experto en la técnica de composición del contrapunto.
Refirió que, a través de un programa computacional que ofrece ideas musicales inspiradas en las fugas de Johann Sebastian Bach, se está intentando crear piezas musicales con base en los patrones de su música.
Explicó que una fuga es una composición contrapuntística que consiste en una melodía musical que conversa con sí mismo, es decir, un motivo musical que calcula la reflexión o un patrón sinérgico que después es aumentando hasta crear armonías.
Soto expuso que el Contrapunto “es una técnica de composición donde la idea era poner varias voces o motivos musicales en paralelo de tal manera que creara una armonía y para lograrlo hay varias técnicas”.
Asimismo, dijo que el concepto de simetría juega un papel fundamental en esta tarea, porque Bach tomó un motivo musical y partir de este creó su simétrico equivalente por reflexión y a partir de él generó más motivos, extendiendo el tiempo de su ejecución en varias unidades.
LAS MATEMÁTICAS Y LA MÚSICA TIENEN ALGO EN COMÚN: LOS DOS TIENEN UN LENGUAJE MUY PRECISO
Y una vez teniendo estos motivos, se mezcla en notas de distintos niveles, uno tras otros (fugas), logrando un resultado armónico. Entonces, si se le enseña a una computadora a que imite este método de Bach, después es posible reflejar, trasponer, aumentar, subir escalas, definir las voces que acompañarán la voz principal y de qué forma.
La idea del programa computacional, agregó Soto, es que reconozca los patrones y así permitir que el compositor, con base en la estructura compositiva de Bach, pueda componer cosas con su propia creatividad.
“Los matemáticos buscamos patrones, pero las matemáticas y la música tienen algo en común: los dos tienen un lenguaje muy preciso, con el cual los músicos pueden reproducir lo que músico hizo, al igual que los matemáticos podemos reproducir lo que otro matemático hizo, pero hay que saber leerlos”, concluyó.
