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viernes, 26 abril, 2024
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De 2008 a 2013, han fallecido entre 350 y 400 ex braceros sin el pago de su fondo de ahorro

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Por: RÍOS •

■ Los más jóvenes de los ex trabajadores migrantes tienen 70 años; algunos, los 107

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■ Se calcula que en Zacatecas hay 30 mil abuelos que laboraron en EU entre 1942 y 1967

Pedro Escamilla, Manuel Hernández, Pedro Moreno, José Mónico Gallardo y Jesús Reyes Frausto murieron sin recibir lo correspondiente al fondo de ahorro, el cual generaron trabajando en Estados Unidos cuando los contrataron mediante un acuerdo entre el gobierno mexicano y el del vecino país del norte, entre los años 1942 y 1967, conocido como Programa Bracero.

Tampoco vivieron lo suficiente para acceder a los recursos del Fideicomiso Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, creado en 2005 por Gobierno federal y que les habría significado obtener 38 mil pesos, o los 10 mil pesos correspondientes al Programa de Apoyo Solidario a los Ex Braceros Zacatecanos; este último creado localmente el año de 2008.

Los más jóvenes de los ex braceros tienen hoy alrededor de 70 años, pero hay algunos de hasta 107 años de edad. También sus viudas, entre ellas María Estéfana Reyes, recientemente fallecida en la comunidad Emiliano Zapata, de Saín Alto, mueren en espera de que se les entregue lo suyo.

Los decesos de estas seis personas ocurrieron durante los últimos tres meses de este 2013, según Efraín Arteaga Domínguez, secretario general de Ex Braceros en Lucha AC, organización que al momento concentra alrededor de 8 mil ex trabajadores migrantes.

Agregó que en promedio, desde 2008 a la fecha, ha muerto cada semana al menos un ex trabajador migratorio de aquellos que, destaca, no han sido reconocidos por su contribución a México ni en los libros de texto, pues se olvida que “fueron a dar la cara por el país en el contexto de la Segunda Guerra Mundial”.

Según cifras oficiales, se estima que a nivel nacional sobreviven 3 millones 233 mil 755 ex braceros, de ellos sólo 5.5 por ciento ha recibido desde el año 2005 a 2013, los 38 mil pesos que dijo Arteaga Domínguez, fueron propuestos por el gobierno mexicano para “mediatizar la lucha por justicia” de estas personas.

“Los ex braceros nunca pidieron que les pagara esta cantidad, sino que se les entregara la totalidad de su fondo de ahorro conformado por 10 por ciento del salario que devengaron durante su estancia laboral en Estados Unidos, más los intereses y las actualizaciones acumuladas a lo largo de 60 años”, puntualizó.

La totalidad de estos recursos asciende a 5.5 billones de pesos, según han estimado investigadores de la Universidad Autónoma de México, que cita Efraín Arteaga.

En Zacatecas existen unos 30 mil ex braceros, de ellos han recibido el apoyo de 10 mil pesos sólo 5 mil 400, es decir, restan por obtenerlo al menos 24 mil 600 personas.

Esta última cifra puede incrementarse, pues muchos de ellos han ido integrándose poco a poco a las organizaciones que reclaman este derecho.

En el caso de Ex braceros en Lucha AC, apunta, son 5 mil de sus 8 mil integrantes los que han obtenido el pago de los 10 mil pesos correspondientes al Programa de Apoyo Solidario a los Ex Braceros Zacatecanos, mismo que surgió de la lucha de esta organización durante el periodo 2004-2010 de la administración estatal, donde solicitó una audiencia para este propósito durante nueve meses, misma que se concretó, después de varias tomas de oficinas en septiembre de 2008.

El obtener recursos para los ex braceros ha sido difícil en el contexto estatal y federal, dice. Con la llegada de Enrique Peña Nieto al poder se suprimió la partida presupuestaria que desde 2005 se destinaba para este propósito, y como un reflejo en Zacatecas el año 2013 no hubo un solo peso para los ex braceros.

De 2012 se debe la mitad de los 12 millones de pesos que debieron haberse entregado ese año, mismos que se espera se liberen el próximo 2014, año para el que se han etiquetado otra vez 12 millones de pesos.

Los ex braceros, apunta Arteaga Domínguez, son en su inmensa mayoría gente que vive en condiciones de pobreza extrema y padece por su edad todo tipo de enfermedades crónico degenerativas, que en algunos casos los postran en la cama o los mantienen en silla de ruedas o sometidos a tratamientos médicos.

Recuerda entre otros casos, “el de un compañero que ya murió, le hacían hemodiálisis cuatro veces por día”. Otros han sido abandonados por sus hijos y no tienen para comer.

“Lo que más nos molesta en la actitud de las políticas de gobierno es su absoluta insensibilidad de la vida humana. Ellos hablan de expedientes y nosotros de seres humanos”, dice Arteaga Domínguez, quien agrega que no falta semana en que llegue la información de que “ya murió fulanito”.

De 2008 a 2013, lapso en que él ha estado al frente de esta organización, “deben haber fallecido entre 350 o 400 compañeros, y muchos de ellos se van sin haber recibido ni el apoyo federal o estatal”.

En su lecho de muerte, dice, “los viejitos les encargan a sus viudas, a sus hijos, que den continuidad a la lucha sólo por la rabia de no dejarle ese dinero al gobierno”.

La reticencia de Peña Nieto para presupuestar recursos para el pago a ex braceros sitúa a quienes reclaman este pago “en la difícil situación de continuar la lucha contra un gobierno así de autoritario o darse por vencidos. Pero si no se han rendido en 70 años, ¿por qué se van a rendir en los últimos dos?”, dice Arteaga Domínguez.

Sólo en el caso de Zacatecas, ofrece como otro dato, hubo años que se expulsaron como braceros hasta a 35 mil zacatecanos, “la mayoría de la gente no tiene idea de la magnitud del fenómeno bracero y quisieran contentarlos con cualquier nada”.

Destaca por ello que cuando los gobiernos federal o estatal deciden suprimir las partidas presupuestarias para este destino, demuestran su desconocimiento del problema.

Debido a las dificultades de esta lucha contra el tiempo, añadió, se ha buscado el acceder a otras instancias de justicia, en este caso en el contexto internacional.
Ya fueron interpuestas denuncias contra el Estado mexicano ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, esto el 13 de septiembre de 2013.

Ante el gobierno de Barack Obama se busca que se abran los archivos del Programa Bracero, para obtener las listas de los mexicanos que trabajaron en él.

Sobre la visita al Capitolio y la sede del Senado estadunidense en Washington, realizada en septiembre pasado, comentó, hubo buena respuesta de seis congresistas, cinco hispanos y uno anglosajón, este último sorpresivamente quien ha mostrado mayor compromiso en dar seguimiento para abrir estos archivos.

Pedro Escamilla, Pedro Moreno, Manuel Hernández y María Estéfana Reyes eran originarios de la comunidad Emiliano Zapata, en Saín Alto.

José Mónico Gallardo Arroyo procedía de El Bollero, municipio Río Grande. Hace un par de semanas murió Jesús Reyes Frausto, de Estancia de Ánimas, en Villa González Ortega.

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