■ Un docente que hace investigación es el mejor preparado para formación de estudiantes: Didriksson
■ China e India tienen la mayor inversión en educación e investigación en el mundo, explica
El estudio y la investigación de la minería en sus diversas facetas y la innovación del frijol, son temas que la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) debería trabajar en mayor medida para fortalecer su pertinencia, ya que existen las condiciones en el estado para ello, afirmó Axel Didriksson Takayanagui, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante una visita reciente a Zacatecas para participar en un foro sobre la Universidad Pública, dijo que la UAZ podría reorientarse en ese sentido y mencionó casos de universidades comunitarias creadas con base en la investigación de los recursos naturales. “Una de sus ideas centrales es que un docente que hace investigación es el mejor preparado para la enseñanza y formación de los estudiantes cuya formación se basa en la resolución de problemas; es decir, el aprendizaje se vincula con la investigación aplicada”, enfatizó.
Comentó que los cambios en las universidades durante los últimos cinco años han sido sorprendentes en muchos aspectos. Por ejemplo, la UNAM ha creado el primer Centro de Estudios sobre la Complejidad, el Instituto sobre la Nanotecnología, el Instituto sobre las Ciencias Genómicas, la Ingeniería Mecatrónica, la Biotecnología, la Secuenciación de Software en Medio Ambiente, entre otros.
Como parte de esos cambios vertiginosos en las universidades, señaló que ahora son China e India los países que cuentan con la mayor inversión en educación e investigación en el mundo.
A su vez, Corea trabaja en la construcción de ciudades educadoras y productoras del conocimiento: tiene 15 universidades dedicadas a este objetivo. Mientras tanto, Japón, Singapur y Taiwán acaban de hacer una reestructuración de las universidades encaminadas a la innovación y Francia e Inglaterra están tratando de eliminar el modelo meritocrático de la universidad, donde la cátedra pertenece a un investigador.
Didriksson Takayanagui expuso que en América latina se han creado nuevas universidades comunitarias, innovadoras y de inclusión social, 9 universidades en Argentina, 3 en Bolivia, 18 en Brasil y 4 emblemáticas en Ecuador, estas últimas en campos de frontera como ciencia y tecnología, sustentabilidad y medio ambiente, cultura y arte, y educación. Lo trascendente de estas universidades no sólo radica en los rápidos y profundos cambios, sino también en el tipo de orientación a que le están apostando.
Por ejemplo, se refirió a la Universidad Nacional de Educación (UNAE) de Ecuador, en la que a través de la formación del Comisión Gestora integrada por especialistas de varios países, buscaron reestructurarla radicalmente de tal forma que en la actualidad se constituye como centro de los aprendizajes del estudiante.
“Las resistencias fueron muchas, en lugar de apoyarse en los directivos se llamó a los líderes de opinión, y mediante la técnica de los grupos focales se les dijo que ellos eran la generación del cambio cuya obligación histórica era adoptar un modelo de universidad para el futuro de las generaciones. El presidente Rafael Correa de ese país creó condiciones para el cambio a través de estímulos a los profesores que se comprometieron con el proyecto”, indicó.
