■ Se anuncia una serie de mesas de análisis que abordará la problemática de la Universidad
■ Fomento del fanatismo y la semiescolaridad, instrumentos para la preeminencia: Enciso
El Foro Macondo, definido como un espacio apartidista de impulso al debate y análisis de la vida pública del estado y el país, regresó este domingo después de un receso de semanas, para proponer a través de la exposición de José Enciso Contreras, destacado académico en Derecho e Historia, su postura en torno a la que señaló a modo de denuncia, como la violación del Estado laico por la clase política.
La apropiación y concentración del ingreso, los recursos naturales y los derechos conquistados socialmente a través de la historia, pasa también por “la apropiación de las conciencias”, dijo.
Así se expresa la dominación y control social, precisó para recordar los porqués de la división entre Estado e iglesias, derivada “directamente de la experiencia del pueblo de México en su ya prolongado método de acierto y error”. Y que por tanto, dijo, ya no está a discusión sino inscrita en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Recordó que México ha librado debates y gestas en torno al tema de la laicidad “que han costado mucha sangre. No es por asustar a nadie pero les juro que así ha sido…”. La secularización no significa, trajo a la memoria, el fin de las religiones, sino que el Estado no adopte como propia una sola para privilegiar a sus fieles.
Advirtió en este sentido, “la rueda de la historia” no siempre se dirige hacia el progreso y en ocasiones puede revertir su giro hasta poderse colocar como se expuso para este caso, en la época Colonial o el Medioevo, donde la política era asunto sobrenatural y no terreno.
“El Estado laico en México está haciéndose dinamitar desde hace lustros, pero nadie dice nada por no convenir a la realpolitik (…) La clase política mexicana ha encontrado en el fomento del fanatismo y la semiescolaridad (un) instrumento formidable” para su preeminencia y reproducción, dijo.
En sustento de este proceso de desecularización, enumeró de la historia reciente una serie de episodios en los que se han visto involucrados políticos zacatecanos de todos colores, que no ideologías, aclaró, “porque poco a poco las han dado por perdidas” e incluso, “evitan hasta donde pueden hablar de ellas”.
Así, rememoró el caso de gobernadores del PRD que encabezaron peregrinaciones a santuarios, hicieron regalos “zalameros” a sacerdotes y convocaron chamanes para hacer llover. Un senador petista que solicitó a Dios salvara a la sociedad de los problemas de la vida nacional. Diputados, también perredistas, aspirantes a la gubernatura del estado que “encomiendan al Altísimo la sana elaboración y aprobación de leyes o “los exaltados de Nueva Alianza difundiendo libros místicos que confían en el regreso de los dioses mesoamericanos y en la oración, la salvación de la patria”.
Del gobernador actual del estado dijo, “se le ve marchar orondo al frente de procesiones, poner a la disposición de la diócesis los recursos de la radio pública, organizar misas ‘oficiales’ y engalanar el simbólico Palacio de Gobierno con parafernalia católica”.
“Por todo podrán pasar a la historia los gobiernos de estos sexenios, menos por republicanos”, comentó.
El Foro Macondo hizo un llamado a la clase política zacatecana activa en este tipo de prácticas pero también a quienes se convierten en cómplices con su silencio, “a ceñir su conducta con estricto apego a la Constitución y a defender el imperio de la ley”.
El tema de este “silencio” fue expuesto como una conveniencia de quienes han obtenido y obtienen ganancias sobre una ciudadanía que acepta dogmas, no lee, cree ciegamente, no cuestiona, se aleja de la cultura, las humanidades y las artes.
“El ciudadano libre problematiza su voto, el fanatizado lo regala o en el mejor de los casos lo intercambia”, sintetizó el fenómeno.
Entre los de “extraño” silencio citó a las religiones minoritarias, los sectores magisteriales críticos “y no quiero mencionar tampoco a los masones, no han dicho nada oficialmente. Lo cual nos deja pensando y nos demuestra además que este estilacho viejo de hacer las cosas: tener a la gente agazapada en un ambiente dogmático y de fe ciega, está funcionando en este país muy bien”.
Agregó sobre la posibilidad de que sea la ignorancia una de las razones que ha llevado recientemente a diputados a proponer proyectos legislativos inconsistentes con el espíritu republicano. Esto no es pretexto, pues tienen partidas presupuestales para asesorías.
Recomendó asimismo, revisar para mayor conocimiento del marco legal que debe acotar su actuar, ya que dijo, no es requisito legal se conozcan las leyes mexicanas para ocupar una curul: los artículos 40, 115 y 130 constitucionales, mismos que establecen el sistema de gobierno en México.
Agregó, no existe duda sobre la religiosidad de los políticos, misma que “queda demostrada hasta el hartazgo con su impoluta conducta en el manejo del erario y en la auto concesión de abultados bonos, pero todo indica que no están apostando a la consecución de la democracia plena”.
“Alguien tiene que decir y hacer algo”, ante un Estado de Zacatecas crecientemente confesional y lesivo a los derechos, expuso.
Propuso a los diputados a fin de construir una sociedad moderna, plural, justa y democrática que pueda encaminarse al desarrollo, promuevan la reforma de la Constitución local “bastante nebulosa en este aspecto”, a fin de frenar el deterioro cívico e institucional del estado, y antes que perder el tiempo con otro tipo de iniciativas.
En mismo evento, Abel García Guízar, docente e investigador en la Unidad Académica de Derecho de la UAZ, también integrante de Foro Macondo, anunció la próxima programación de una serie de mesas de análisis que abordarán la problemática de la Máxima Casa de Estudios en el estado e iniciarán con la participación de ex rectores, mismas que sumarán paulatinamente otras integradas por líderes de opinión universitarios, padres de familia y ex dirigentes de los sindicatos de trabajadores y personal académico.
Del Foro Macondo acompañaron la conferencia además, Rogelio Cárdenas, Lucía Medina, Gilberto del Real Ruedas y Raymundo Cárdenas Hernández.
