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viernes, 26 abril, 2024
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El maestro de hombres libres

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Por: SOCORRO MARTÍNEZ ORTIZ •

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En la educación superior existen dos cuestionamientos, sobre quienes imparten clases en las universidades públicas o privadas: ¿son maestros profesionistas? O ¿son profesionistas maestros? A éstos, debería caracterizarles también la sencillez. Siendo así, les permitirá la transmisión de su enseñanza sin rebuscamientos y dada su amplia experiencia práctica y profesional, encontraríamos en ellos buenos maestros que demostrarían su prestigio, su reconocimiento, así como el lugar que tienen ante la sociedad, sin que sea necesario recurrir al autoelogio.

Un mal profesionista, difícil será buen maestro porque simple y sencillamente, el maestro profesionista dentro del aula tiene aportaciones importantes para la teoría, enriqueciéndolas con sus experiencias prácticas. Un ejemplo: ¿cómo impartirá en clase la materia de anatomía, un médico que jamás haya tenido la oportunidad de auscultar a un paciente? Sin embargo, existen distinguidas excepciones.

Con este antecedente comentaré sobre un maestro argentino.

Al igual que a los exiliados españoles durante la dictadura de Francisco Franco de 1940 a 1975, nuestro país abrió sus puertas también, a los perseguidos por el régimen militar que gobernó dictatorialmente la Argentina durante la guerra sucia de 1976 a 1982. Con la internación tanto de españoles como de argentinos por esos motivos, y con las calidades específicas de exiliados o perseguidos políticos, México sin lugar a dudas logró ciertos beneficios: por un lado, internacionalmente reivindicó su prestigio de protector de los luchadores sociales que, en su país de origen fueron perseguidos a causa de sus ideales, igual como ocurrió en su oportunidad, con los chilenos. Por otro lado, también se hicieron aportaciones de tipo cultural sobre todo, en la enseñanza profesional y en la música, pues los exiliados y perseguidos políticos que llegaron, fueron personas cuyo nivel de preparación les permitió apreciar la realidad de manera más objetiva. Encontramos tan solo, que en la rama jurídica destacaron los maestros españoles exiliados como Mario de la Cueva, Jorge Trueba Urbina y Néstor de Buen entre otros.

Uno de los personajes que llegó a México en esas condiciones procedente de Argentina en el año de 1976, fue el maestro universitario, escritor y periodista Gregorio Selser Joffe, cuando era ferozmente perseguido por la triple “A”, denominación que se refería a la Alianza Anticomunista Argentina. Tanto confió Selser en que México no únicamente le abriría sus puertas, sino que también le brindaría asilo, al grado de que, sin documentación alguna y dado el inminente peligro que corría su vida a manos de los militares, no tuvo ninguna duda en abordar el avión que lo traería al país que le brindó todo aquello que en el de su origen le fue negado. En México, encontró tanta libertad, incluso, la de decidir cómo terminar con su propia vida.

Fue autor de más de 40 libros entre los que destaca: “Sandino: “General de Hombres Libres”, publicado como respuesta que los guerrilleros sandinistas recibieron por los cuestionamientos de que fue objeto cuando en 1955, publicó otro de sus libros titulado “El Pequeño Ejército Loco”, dedicado a los niños nicaragüenses.

Gregorio Selser Joffe se suicidó el 27 de agosto de 1991. La fatal decisión se originó por el padecimiento de una enfermedad que lo aqueja de un tiempo anterior.

Selser maestro sencillo, la impartición de sus clases era entendible, amena y lograba involucrar a los en la dinámica del trabajo escolar; aclarando las dudas que le planteaban; escuchando con atención los comentarios y opiniones que le formulaban. Esto es precisamente lo que le permitió tener un lugar especial entre el alumnado y en esta forma, demostraba sus conocimientos compartiéndolos con sus alumnos. De nada o poco sirve el maestro que ávido por dar a conocer virtudes de las que carece, se comporta en forma altanera y prepotente con sus alumnos, dándoles un trato despótico y humillante. Con esto lo que logra es evidenciar sus debilidades y falta de conocimiento, así como incapacidad total para desempeñar una función ejemplar ante sus alumnos.

Todos los niveles de la educación en México, tienen características muy particulares, pero en cada uno, el maestro es clave fundamental para los alumnos. Así en pre escolar, primaria, secundaria, preparatoria y profesional, se requiere que además de su preparación, el maestro tenga un conocimiento general del entorno social, que le permita tener la capacidad y contar con elementos necesarios para transmitir a sus alumnos, las explicaciones más objetivas de los acontecimientos, que hacen posible paulatinamente la transformación de la humanidad.

No obstante, con la desaparición física de Selser, se llegó a pensar que sus ideas liberales de concebir a una Latinoamérica poblada de hombres libres, continuarían. Pero el siglo XXI, nos muestra a una realidad convulsa y contradictoria, muy diferente para todos y cada uno de los países que la integran, y obviamente ajena a la lucha por la reivindicación de los derechos y las libertades de que hablaba y planteaba el argentino

Por eso se le conocerá siempre como El Maestro de Hombres Libres. México debería estar orgulloso de haber acogido a un latinoamericano de ese renombre, que le heredó, a cambio, un acervo cultural y grandes ideales amantes de la libertad.

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