El tabú para hablar de la inseguridad comenzó a desmoronarse justo cuando parecía indestructible
La costumbre de informar “no pasa nada” o “se tratan de hechos aislados” generó que la sociedad demandara informes verídicos, además de exigir el respaldo de las autoridades, ya que en un pasado reciente solo se buscó de manera oficial y sin lograr su cometido ocultar toda aquella información que involucrara lo relacionado con nuestra seguridad.
Ante la llegada de este nuevo gobierno el tema obligado se centró en la “inseguridad”, sin embargo, de acuerdo a los especialistas es un contenido que estuvo, está y estará vigente por lo menos en las próximas dos décadas.
El clamor generalizado de una sociedad angustiada se mantuvo como un grito desesperado en medio de la oscuridad que apenas se alcanzaba a escuchar de familia en familia, y en ocasiones muy extremas podían traspasar la muralla casi invencible de los medios de comunicación.
Está acción nos llevó a la prar la muralla casi invencible de los medios de comunicación.
Está acción nos llevó a la pregunta obligada, ¿quién se atrevería a agarrar al toro por los cuernos? Distintas y variadas versiones comenzaron a fluir y aunque en un principio hubo quienes se incomodaron por el primer llamado que se realizó desde la casa de los perros, donde el gobernador tuvo a bien exigir a la Federación más apoyo de las fuerzas armadas; por fin después de largos y angustiadores meses la voz del mandatario estatal fue escuchada.
El tabú para hablar de la inseguridad comenzó a desmoronarse justo cuando parecía indestructible y por primera vez en la última década en Zacatecas se inició a hablar con claridad y objetividad de los acontecimientos que se generaban en los distintos puntos de la entidad.
La intervención de las fuerzas armadas ha comenzado egunta obligada, ¿quién se atrevería a agarrar al toro por los cuernos? Distintas y variadas versiones comenzaron a fluir y aunque en un principio hubo quienes se incomodaron por el primer llamado que se realizó desde la casa de los perros, donde el gobernador tuvo a bien exigir a la Federación más apoyo de las fuerzas armadas; por fin después de largos y angustiadores meses la voz del mandatario estatal fue escuchada.
El tabú para hablar de la inseguridad comenzó a desmoronarse justo cuando parecía indestructible y por primera vez en la última década en Zacatecas se inició a hablar con claridad y objetividad de los acontecimientos que se generaban en los distintos puntos de la entidad.
La intervención de las fuerzas armadas ha comenzado ablo comienza a ser escuchado, hoy han llegado hasta nuestro estado las fuerzas armadas para arrancar, para destruir, para arruinar y para derribar. Ahora bien, corresponderá a este pueblo esforzado y valiente trabajar para edificar una nación donde prevalezca la paz. ■
“Donde abunda el pecado… sobreabunda la gracia”
