No cabe ninguna duda, en el transcurso de este año México ha emergido como un imán para los inversores globales, generando un considerable entusiasmo en el ámbito económico. Durante los primeros seis meses del año, el país ha registrado una impresionante cifra de 29,041 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), lo que representa un aumento del 41% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta notable alza ha convertido a México en un destino de inversión muy atractivo. En este artículo, analizaremos algunas de las principales razones que explican este fenómeno en un contexto inflacionario.
Confianza de los inversores por la tendencia alcista
Uno de los principales factores que contribuyen al atractivo de México para la inversión extranjera es la confianza de los inversores en el país. El aumento sustancial en la IED durante el primer semestre de 2023 refleja la seguridad de los inversionistas para mantener y expandir sus inversiones en suelo mexicano.
Según un artículo de El País, México acumula tres años al alza en inversión extranjera directa, captando el 17% de Latinoamérica solo en 2022. A esto hay que sumarle que la ubicación geográfica de México es un activo invaluable. El país se encuentra estratégicamente posicionado para atraer inversores estadounidenses y europeos, especialmente en sectores como el turismo. La cercanía con los Estados Unidos, uno de los mayores mercados del mundo, lo convierte en un socio comercial atractivo.
Revalorización del peso mexicano y estabilización de la economía
El panorama de inversión en México es diversificado y ofrece oportunidades en una amplia gama de sectores. Desde el crecimiento en energías renovables, hasta el auge en el cuidado geriátrico, el uso lúdico o medicinal de la marihuana y las criptomonedas, México se presenta como un terreno fértil para los inversores que buscan diversificar sus carteras.
Otro factor relevante tiene que ver precisamente con la estabilización de los factores macroeconómicos del país, al generar adaptaciones a las nuevas condiciones del mercado, como la demanda de ciertos productos de interés general. Esta estabilidad ha proporcionado, a grandes rasgos, un ambiente propicio para el crecimiento económico sostenible y la inversión a largo plazo, dando lugar a un fenómeno conocido como Superpeso mexicano.
Este término ha sido utilizado a lo largo de la última década para describir la fortaleza del peso mexicano frente al dólar estadounidense y otras monedas extranjeras. El término se originó en 2017, cuando el peso mexicano se fortaleció a pesar de la incertidumbre política y económica en el país.
Uno de los vehículos financieros disponibles que podría ganar interés entre los inversores es el Contrato por Diferencia (CFD), para tratar de aprovechar las fluctuaciones del peso mexicano en los mercados de divisas a través del trading de forex, sin tener que adquirirlo. Sin embargo, es importante que los traders siempre tengan en cuenta que invertir a través de CFDs implicará también el uso de apalancamiento y esto implica riesgos elevados.
Crecimiento de sectores estratégicos
Es un hecho que el crecimiento económico en México ha tenido un impacto positivo en varios sectores clave, contribuyendo al fortalecimiento de la economía del país. Entre los sectores que han experimentado un notable crecimiento, se encuentran los servicios inmobiliarios. Después de los desafíos provocados por la pandemia, este sector ha mostrado una recuperación completa, impulsando la inversión y el desarrollo de proyectos inmobiliarios en México.
Otro sector que ha contribuido significativamente al crecimiento económico del país es el comercio al por menor. La recuperación completa de este sector ha estimulado el consumo interno y ha impulsado la actividad económica en México, generando empleos y aumentando la demanda de bienes y servicios.
Por su parte, el sector de transportes, correos y almacenamiento ha sido otro beneficiario del crecimiento económico, experimentando una recuperación sólida después de los desafíos provocados por la pandemia y contribuyendo a la eficiencia logística y al comercio nacional e internacional.
Políticas gubernamentales que apoyan el libre mercado
Así es, el gobierno mexicano ha desempeñado un papel crucial en la atracción de inversión extranjera a lo largo de los años. Las políticas de promoción y atracción de inversiones han estado en vigor desde la década de los noventa, complementando el capital necesario para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, especialmente en el sector industrial y manufacturero. La Dirección General de Política de Promoción de Inversiones y Exportación ha desempeñado un papel fundamental en esta labor.
Por otro lado, el gobierno mexicano ha implementado un conjunto de incentivos fiscales diseñados para acelerar las inversiones extranjeras en sectores estratégicos como la electrónica, la farmacéutica, los vehículos eléctricos, los microprocesadores y la industria aeroespacial. Programas como IMMEX y Drawback ofrecen una serie de ventajas para los inversores extranjeros, incluyendo el libre pago de impuestos generales de importación y la devolución de impuestos de importación en insumos y materias primas.
Esta confianza se ha consolidado a lo largo del tiempo gracias a las políticas gubernamentales orientadas a promover la inversión y el comercio exterior en México proveniente de Estados Unidos y, en menor medida, Europa, así como el resto de países latinoamericanos.
