■ Líder migrante expone que los connacionales “defienden mucho” este tipo de proyectos
■ El problema está en que el esquema de aportaciones compartida se ha desdibujado, aseveró
En el caso de la construcción a través del Programa 3×1 de un templo católico en Pastoría, comunidad del municipio de Ojocaliente, “habría que hacer una investigación más a fondo y ver qué motivó en el inicio la aprobación de este templo, analizar muy bien los montos, si es necesario, tratar de ponerlo en contraloría para que vaya y asista a la misma obra”, dijo Efraín Jiménez, director general de la Federación Zacatecana Asociación Civil.
El líder migrante expuso en conversación vía telefónica con La Jornada Zacatecas, que aunque las propios zacatecanos en el exterior encontraron originalmente en este tipo de obras una motivación inicial para su participación organizada en beneficio de sus comunidades, por lo que incluso han “defendido mucho” este tipo de proyectos, es cierto que algunos presidentes municipales han abusado del Programa 3×1 utilizándolos.
Según publicó este medio el pasado miércoles 17 de diciembre, este templo se realizó en la comunidad de Pastoría, Ojocaliente, bajo el concepto de “centro comunitario”, y se han invertido en él 2 millones de pesos.
El municipio es ubicado por el Coneval en su más reciente reporte, como uno en el que el 70.9 por ciento de su población vive en pobreza y 9 de cada 10 personas cuentan con al menos una carencia: rezago educativo, acceso a servicios de salud y a la seguridad social, calidad y servicios básicos de la vivienda y acceso a la alimentación.
“Ahí es una manera de hacer una megaobra, y no sé, dárselo al contratista “equis”. Vemos cómo nos manejamos en México. Aquí la cuestión está en que desafortunadamente el Programa 3×1 sí se ha desdibujado”.
Muchas veces, comentó, este tipo de obras se realizan principalmente en comunidades “donde no se ven, donde la gente no va a decir mucho por su nivel de humildad o simplemente desconoce mucha información que se está dando, la obra puede estar sobre cotizada”.
Efraín Jiménez agregó a las prácticas con que se ha viciado el programa, el caso de clubes de migrantes formados por los propios presidentes municipales, “pero que son meramente de membrete”, no obstante precisó reiteradamente, que desconoce los pormenores de este caso concreto.
“Quiero clarificarlo para que no vaya a haber mal entendidos. Entonces lo único que digo es la lógica en sí. Es porque nosotros a exigimos veces exigimos como migrantes al gobierno que aporten a este tipo de obras”.
No obstante desde su perspectiva, habría que aclararse si este templo “es una demanda de la misma comunidad y si realmente es un instrumento de aglutinamiento, de la unión de voces y de la suma de esfuerzos de la misma”, como ellos las valoran.
Desde su interpretación particular, este tipo de proyectos no violan las reglas de operación del Programa 3×1, ni implican la correspondiente al Estado laico, pero sí constituyen un medio de incentivar la participación de los migrantes en tanto que tocan su fibra religiosa o identitaria, por lo que incluso las ponderan prioritariamente por sobre otras referidas a paliar la pobreza o apuntalar el desarrollo de la comunidad, en la lógica de que estas últimas, podrán realizarse luego de que a través de las primeras se consolide la organización migrante.
Para que el Programa 3×1 pueda constituirse en un medio de desarrollo tanto de las comunidades como de los migrantes, agregó luego de observar los vicios ya reseñados, se requiere voluntad política “de quienes toman las decisiones, particularmente de Gobierno del estado y los municipios”.
“Yo creo que ya es suficiente de tanto discurso, de tanta demagogia. De tanto celebrar que los zacatecanos enviamos remesas. Yo creo que debería de ser una vergüenza para Zacatecas el decir que las remesas se incrementaron porque solamente deja en claro la incapacidad de nuestro gobierno para mantenernos allá y trabajar allá”.
Si realmente quiere ofrecerse bienestar a la comunidad migrante, se requiere fortalecerla en sus capacidades organizativas, y ofrecerle formación educativa y ciudadana, esta última mediante la cual pueda adquirir derechos tanto en su territorio natal como allende la frontera estadounidense.
Para esto dijo, se requiere inversión de Gobierno del Estado y el Federal, pero en acciones que se ejecuten en los Estados Unidos en favor de la comunidad migrante.
