A la memoria de los mártires de la libertad de expresión
Como todos sabemos, en materia de justicia y estado de derecho, México está por los suelos; caemos peldaños en materia de seguridad y compartimos con los peores lugares del mundo estándares de violencia. En nuestro país se puede matar todo, niños, niñas, mujeres, hombres, jóvenes y ancianos ante la ineficacia o complacencia del gobierno; existe como nunca, una gran deconfianza en las instituciones que procuran y administran justicia, casi nadie denuncia y lo que es peor, nos estamos acostumbrando a la violencia y a la inseguridad. Lamento ver que muchos jóvenes se ven influenciados por la delincuencia organizada, en su reuniones predominan canciones que hablan de matar o drogarse; los niños que juegan por las tardes ya no quieren ser los héroes de la historia sino los villanos, y es que lo gobiernos corruptos han contribuído a ello pues les han enseñado que en México avanza el que transa, que los puestos públicos son ocupados en su mayoría por personajes de bajo o nulo perfil, que no se valora el esfuerzo ni la preparación si no estás vinculado por las sectas de la política, que la escasez de oportunidades son compensadas cuando perteneces a un círculo de la delincuencia organizada; así, se construye día con día nuestra sociedad en la que el mal está ganando terreno en detrimento de nuestra calidad de vida. Así, la fórmula fantástica está hecha, por un lado pobreza, endeudamiento, impunidad, corrupción, silencio o muerte; de tal manera, en México ya no se puede decir lo que pasa, se juega al país de las maravillas en donde todos los días hay muertos, en nuestro país se premia la corrupción, se avala la impunidad y los ciudadanos debemos estar en la comodidad de nuestro jodido hogar encerrados ante la amenza de una bala perdida. Los periodistas son abatidos cuando se atreven de investigar y publicar la realidad de lo que pasa en el territorio y, los derechos humanos son agujerados con armas de alto calibre mientras las instituciones reparten florecitas con recomendaciones para salvaguardarlos; sería mejor que de una vez por todas pusieran un letrero que diga: BIENVENIDOS A MEXICO, LUGAR EN EL QUE SE PUEDE MATAR Y ROBAR TODO. Sin duda, el abismo de la inseguridad tendrá que tocar fondo pues los ineptos del gobierno han perdido o cedido el control de la paz en México y, recuperarlo tardará varios años si es que hay una transición efectiva en los poderes del estado. En mi colaboración de la semana pasada, publiqué un análisis del Índice de Paz México donde se afirma que solamente se castiga el 9% de los delitos que se cometen y, en este océano de impunidad, cualquier persona o coorporación puede pasarse por el arco del triunfo a la ley y al derecho, por lo que no nos debe sorprender que vengan más atrocidades contra el valioso gremio de la comunicación y la información, ya que poco podrá hacer la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, instancia del mismo Poder Ejecutivo que dudo mucho pueda avanzar en el esclarecimiento de los hechos que han cubierto de sangre a la prensa mexicana; simplemente en 2016 se interpusieron 798 denuncias contra actos delictivos cometidos contra periodistas, de las cuales, 47 fueron por homicidio y de éstos, solo uno de cada 10 casos han motivado la consignación ante un Juez, así, la decadencia del sistema jurídico mexicano se manifiesta plenamente. Por si lo anterio fuera poco, en el oficio número PGR/UTAG/00882/2017 emitido por la oficina del C. Procurador de la República, de fecha 13 de febrero de 2017, se describen el número de sentencias judiciales absolutorias y condenatorias, siendo que solo hay 3 condenatorias, 1 en 2012, y 2 en 2016, así como una absolutoria en 2012; mayor pobreza jurídica no puede haber. Ante este escenario, no nos queda más que unir esfuerzos, elevar la voz, hacer foros de reflexión y toma de decisiones definitivas para prevenir el homicidio y demás actos delictivos contra más hermanos de profesión; entretanto, pese a la lamentable muerte de periodistas, el derecho a la información seguirá avanzando en este campo de guerra donde el enemigo es una Hidra de Lerna que se multiplica cada vez que cortamos una cabeza. ¡Hasta la victoria siempre! ■
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
