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viernes, 26 abril, 2024
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The Northman, de Robert Eggers

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 523 / Cine

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En la industria cinematográfica actual, es cada vez menos común encontrar producciones de presupuestos elevados que eviten la condescendencia con el público. Muchos de los grandes estudios apuestan por proyectos sin ningún tipo de riesgo, que aseguran una buena recepción en taquilla y la posibilidad de una franquicia rentable a futuro.

Con todo esto, a menudo hay excepciones en las que los cineastas logran plasmar su sello característico y visión personal, cuando sus cintas están destinadas a un público amplio. Dicha dualidad se encuentra presente en The Northman (2022), la más reciente película del realizador Robert Eggers. 

Por un lado, es notable la enorme escala y ambición dentro de los aspectos técnicos de la cinta, como la fotografía, el diseño sonoro y de producción; elementos que de manera virtuosa y, por momentos apabullante, logran retratar a gran detalle el mundo que habitan sus protagonistas. Por otra parte, se vuelve valioso corroborar que las obsesiones particulares de Eggers, plasmadas en The witch (2016) y The lighthouse (2019), sus obras anteriores, se mantienen intactas. 

Adaptado del mito primigenio que inspiró Hamlet, de William Shakespeare, el filme narra la historia de Hamlet (Alexander Skarsgård), un príncipe vikingo con un profundo deseo de venganza luego de atestiguar, cuando era niño, el asesinato de su padre (Ethan Hawke) y el secuestro de su madre (Nicole Kidman) a manos de su tío (Claes Bang). Para lograr su objetivo, el protagonista recibirá ayuda de una bruja (Anya Taylor-Joy) con la que establecerá una profunda relación. 

En lugar de elaborar en los dilemas existenciales que plantea su argumento, Eggers se centra, como suele hacerlo, en la riqueza temática del folklore y la mitología que, en este caso, corresponde a la civilización vikinga. Una vez más, los personajes que conforman el relato de Eggers están completamente definidos por su ideología, sus tradiciones y sus creencias. Aunado a esto, al igual que en las películas anteriores del cineasta, en la percepción de los protagonistas no hay una distinción entre lo real y lo fantástico, ambos coexisten como uno solo. 

El realizador apuesta por un acercamiento a dicha cultura sin filtros ni glorificaciones, donde la violencia desmedida tiene una especial y muy gráfica presencia. La propuesta de Eggers le acaba dando un interesante giro a la estructura clásica del viaje del héroe, donde el destino inamovible del protagonista está designado por un deseo de retribución sin sentido y que está relacionado con la masculinidad tóxica tan característica en este tipo de relatos. 

En ese sentido, el filme de Eggers es una anomalía en el cine moderno, no solo por tratarse de un proyecto donde cohabitan los intereses comerciales del estudio con su visión particular, también porque el realizador utiliza los elementos más comunes dentro de la narrativa de aventuras y los renueva de manera creativa, audaz e ingeniosa.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la-gualdra-523

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