En un reporte que circuló, por diferentes redes sociales, el Grupo Plural de Delegaciones (GPD) comunicó los acuerdos a los que llegó en sesión virtual realizada el día 22 de agosto de 2022. Un primer acuerdo fue recabar firmas para exigirle al Comité Ejecutivo del SPAUAZ informes acerca de “la firma, registro y proceso de validación del CCT/UAZ-SPAUAZ”. Como segundo acuerdo harían una exigencia similar a la del acuerdo primero tanto a la rectoría como al Centro Federal de Conciliación y Registro (CFCR). Para el tercer punto, el acuerdo fue que los delegados hicieran las mismas exigencias ante las instancias ya señaladas. Finalmente, se colocarían lonas donde quede claro que la exigencia es “firma, registro y validación del CCT/UAZ-SPAUAZ”. Aún más: se propone presionar al rector con paros para que firme, registre y valide el contrato antes de su informe. Incluido uno el día 12 de septiembre. Parecen muy claras las demandas: el rector debe firmar, registrar y validar el contrato. Las dos primeras dependen de su voluntad, la última no. Otro comunicado, también de circulación en redes sociales, deja más claras las peticiones: “El paro de labores del 8 de septiembre tiene una sola finalidad: defender nuestro contrato colectivo y eso sólo lo lograremos exigiendo, tanto al rector como al secretario general del SPAUAZ, que se deposite el contrato en el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral y se dé inicio, lo más pronto posible, con el proceso de legitimación de nuestro contrato”. De manera intempestiva, en una entrevista en InfoTV9 Zacatecas, con Paco Carlos Infante, el lunes 5 de septiembre de 2022, el secretario general del SPAUAZ, Ing. José Juan Martínez Pardo, declaró que el contrato ya había sido firmado. Por iniciativa suya emplazó al rector y obtuvo la firma el lunes 5 por la tarde. Se solicitó el registro del contrato al día siguiente. Sin paros ni amenazas. La respuesta del GPD no se hizo esperar: tomaron la universidad el jueves 8 de septiembre y dijeron: “el líder sindical sólo mostró el documento que fue entregado en dicho centro (CFCR) y explicaron que falta la validación y que sea admitido en dicho centro” (“Para grupo plural en UAZ” NTR, 9/09/22). Sin embargo, las demandas que hicieron están satisfechas en la medida de lo razonable. Exigían la firma y registro del contrato, se otorgó. Falta que el CFCR decida sobre el asunto, pero eso ya no es algo que dependa de la voluntad de la rectoría o del secretario general del SPAUAZ. Queda la exigencia de iniciar el proceso de legitimación. Ahora bien, pese al papel que Jenny González Arenas cree debe jugar el rector cuando en su artículo “Algunos datos importantes sobre la situación del SPAUAZ” (NTR 9/09/22) declara que: “el procedimiento para llevar a cabo la legitimación requiere la participación tanto del patrón como del sindicato en su conjunto”, la autoridad universitaria no tiene participación relevante salvo la considerada en el artículo 21 del Protocolo de Legitimación. Tal artículo establece que el CFCR puede solicitar, al patrón o a la autoridad competente, corroboración de la veracidad de la información proporcionada por el sindicato. Ese es todo el papel de la rectoría. Así, el rector no puede ni debe iniciar el proceso de legitimación. Por ende, exigir eso a la rectoría es un despropósito. Se le debe solicitar al secretario general del SPAUAZ. ¿Cuál es, pues, el motivo del paro del GPD si las exigencias están satisfechas? No lo dicen en el comunicado del día 10 de septiembre, cuando decidieron parar el lunes 12. Su único comentario es: “Tenemos que trabajar en conjunto para tener nuestro contrato legitimado para garantizar nuestras prestaciones”. No hay exigencia, apenas frases vagas. Conclusión: no saben por qué paran. Al menos no el viernes 9. Ni el sábado 10. Recién el domingo 11 pergeñan una excusa: toman porque, cuando comparan los documentos del emplazamiento del Sindicato de trabajadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (STUAZ) con el certificado de registro del contrato del SPAUAZ, exhibido por el secretario general, encuentran “algunas inconsistencias”. Entonces dicen: “Tanto JJMP y el rector, junto con el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral hicieron una marranada jurídica. Por todo eso es el paro de mañana”. Esto ya es el delirio: deciden tomar y encuentran la justificación de la toma hasta dos días después. Para rematar sacan otro comunicado por redes donde responsabilizan a quienes quieran inhibir el paro de la violencia que pudiera presentarse. Se ejerce violencia cuando se para una delegación que no tomó ninguna decisión respecto al asunto o que está contra esa acción. Por ejemplo, la delegación del Doctorado en Estudios Contemporáneos está contra la detención de clases, y fue violentada el día lunes 12 por el GPD para que este grupo pudiera simular que todos los agremiados al SPAUAZ están a favor de ese movimiento. Igual pasó en la Unidad de Odontología. Queda claro que no es la defensa del contrato lo que esté en juego aquí, sino otra cosa. ¿Qué? La elección del secretario general del año 2023 como paso intermedio hacia la rectoría. Por intereses grupales, generadores de pasiones violentas, el GPD dañará severamente al sindicato. Esperemos sea reversible.
