■ Hay peores pecados como la desigualdad o la corrupción en el sistema político: Salvador Sánchez
■ Hay problemas y temas que se deben atender en cada uno de los estados y el país, enfatiza
Los matrimonios igualitarios deben ser superados por la Iglesia (en cuyo interior hay universalidad de pensamiento) y los fieles, pues hay peores pecados como la desigualdad o la corrupción en el sistema político, afirmó Salvador Sánchez, sacerdote jesuita y profesor de la Universidad Iberoamericana Torreón, en el estado de Coahuila.
“Deberíamos superar este tema porque en la agenda nacional hay cosas urgentes. Los índices de pobreza y desigualdad son escandalosos y eso es pecado terrible. Yo vivo en Torreón, y la colonia más providencial es algo espantoso con su opuesto, la colonia más popular. Eso no podemos permitirlo y ése sí es un pecado terrible y nadie dice nada”, expresó.
Entonces manifestó la necesidad de superar la discusión en torno a los matrimonios igualitarios, porque hay problemas y temas que se deben atender en cada uno de los estados y el país mismo.
Se refirió a Slavoj Zizek, quien plantea que el discurso de la convivencia multicultural es el preferido del capitalismo global, es decir: “peléense ustedes por cómo conviven en la diversidad, porque mientras el dinero siga acumulado en pocas manos, háganle como quieran todos los demás”.
Sánchez indicó entonces que ése y otros temas son utilizados como cortinas de humo para ocultar otros problemas más graves que se deben atender en la sociedad, como lo es precisamente la desigualdad.
“No le quiero echar toda la culpa al capitalismo, pero si lo vemos con tranquilidad, hay cosas inaceptables que estamos viviendo. Por ejemplo, salió un informe de Oxfam, una ONG internacional, que dice que 1 por ciento de la población maneja 67 por ciento de la riqueza global. Ése es un problema escandaloso pero nadie dice nada de eso”, expuso.
En el caso de México, manifestó la importancia de debatir el panorama político que en este momento ya está desconfigurado, porque hay muchos gobernadores cuyo mal ejercicio de recursos o enriquecimiento ha sido posible gracias a que en su administración no tuvieron algún contrapeso.
Sobre la postura homofóbica que ha adoptado la Iglesia respecto al tema de los matrimonios igualitarios, Sánchez precisó que ésta se trata solamente de un sector de ella, pues en su interior hay universalidad del pensamiento.
“Católico es una palabra de universalidad y en un universo convivimos todas las posturas, las razas y las personalidades. Entonces, que haya voces que defienden una postura o que defienden otra, no es otra cosa que una muestra de esa pluralidad. El debate nos viene bien y que cada quien exprese su punto de vista es excelente”, comentó.
En ese sentido, recordó que recientemente varios obispos se pronunciaron en contra de los matrimonios igualitarios cuando el Papa dijo que él no era nadie para juzgarlos, mientras que otros incluso impulsan y promueven pastorales de atención a la comunidad homosexual como es el caso de Saltillo con el obispo Raúl Vera.
Es decir, “hay una postura tradicional de la Iglesia con el discurso de una sola familia, pero al ser una comunidad abierta, amplia y diversa hay todas las posturas y conviven todas las voces”.
La discusión sobre los matrimonios igualitarios, entonces ya se dio en el espacio público y el resultado de ello es que ya se trata de un derecho constitucional, por lo que debe superarse y discutir otros problemas más preocupantes, concluyó Sánchez.
