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domingo, 28 abril, 2024
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El actual sistema universitario es radicalmente excluyente: Esteva

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA • Araceli Rodarte • Admin •

■ Necesario, impulsar en educación profesional espacios autónomos de producción de conocimiento

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■ El intelectual y activista político tuvo un encuentro con estudiantes de Economía de la UAZ

El intelectual y activista político, Gustavo Esteva, sostuvo un encuentro con estudiantes de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), donde advirtió que “no hay alguna posibilidad para hacer algo con la universidad pública, porque lo que se está haciendo no es una privatización de la educación, sino la extinción del mecanismo educativo”.

Según explicó, el sistema de educación superior en México rechaza un millón de jóvenes cada año, y ello no significa que no serán captados por el sector privado, sino que “nadie los va a recibir”.

La principal reflexión que se debe hacer respecto al sistema universitario, dijo es que éste es radicalmente excluyente, y aunque se sabe que no hay alguna posibilidad práctica o económica para que toda la población ingrese a la Universidad, se debe cuestionar el otorgamiento de privilegios a quienes tienen un diploma y excluyendo o descalificando a quienes no lo tienen.

Asimismo, manifestó la necesidad de impulsar, al interior de las universidades públicas o privadas, espacios autónomos de producción de conocimiento construidos con “gentes que traicionen a la institución y en lugar de contribuir a reproducir el sistema y a producir personas que no van a conseguir empleo en aquello que están estudiando, tratan de contribuir a la formación de personas libres que puedan crear un mundo diferente”.

Esteva expuso que grupos sociales, desde abajo, están creando universidades cuyo concepto no tiene nada que ver con el que impera en una universidad pública. Por el contrario, se rescata la idea original de una universidad que no considera producir diplomas, ni grados ni profesiones, sino juntar grupos de amigos con el interés común de estudiar en libertad y aprender los temas de su interés.

“Eso es lo que tenemos qué hacer dentro o fuera de las instituciones, crear grupos de personas que tienen ese interés común y que quieren aprender juntos, tanto en libros como en la práctica”, indicó.

Señaló entonces que en todos los espacios de la vida cotidiana, ya sea en las universidades o en los barrios y vecindades, deben crearse centros autónomos de producción del conocimiento, mediante el cual la gente pueda aprender, ello sin fortalecer “una universidad que no tiene remedio y que seguirá al servicio de la discriminación, la exclusión y el privilegio”.

Agregó que la educación implica una relación de poder y en ese sentido se impone lo que los alumnos deben aprender, pero “si nosotros recuperamos la libertad de aprender, como lo hicieron los zapatistas, se puede crear condiciones para facilitar el aprendizaje en libertad de niños y adultos”.

En ese sentido, Esteva afirmó que el zapatismo puede ser visto como una comunidad de aprendizaje, y esa forma de aprendizaje se puede constituir en cualquier espacio, tan sólo con tener a “un grupo de personas libres que en libertad se organizan y deciden aprender cosas de su interés”.

Advirtió que el actual modelo de universidad no tiene posibilidad alguna de transformar las condiciones sociales, y ello se refleja al observar que los profesores que quieren innovar al interior de su institución deben pasar años de discusión burocrática, sólo para definir si se mete o no determinada materia en la currícula.

Por otra parte, reiteró que el Estado-Nación fue creado con una estructura de control y dominación para el control del capitalismo, es decir, “está diseñado de esa manera y no sirve para hacer las Revoluciones, para producir un cambio social ni para pensar en una estructura auténticamente democrática”.

Esteva cuestionó el pragmatismo de la izquierda convencional que pugna por empoderarse del Estado, puesto que esos impulsores de la Revolución se corrompen inevitablemente y hacen lo contrario de lo que pretendían hacer, debido a que el aparato institucional los absorbe debido a que está diseñado para controlar, dominar y oprimir, y no para instaurar un nuevo régimen social.

Al respecto, señaló que aunque en los países se respete el voto para la elección de representantes, afirmó que estos “no nos representan porque están al servicio de esa lógica. Para eso funciona el sistema, no para servir al pueblo”.

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