■ Buscan apoyar a los profesores y su exigencia de garantías para su seguridad social
■ La Universidad ofrece la posibilidad de crecer, educarse y formarse: director de Ciénega Teatro
“Estamos dando pasos hacia atrás por intereses económicos y políticos, y por un montón de cosas ocultas que están ensuciando todo lo que da la Universidad”, dijo Iván Guardado, director de la Ciénega Teatro, y a la par, alumno de la Licenciatura en Artes de la Máxima Casa de Estudios en el estado.
Eso mismo fue expresado de manera simbólica el pasado martes, en la más reciente marcha convocada para exigir solución a la problemática de la UAZ, que luego de más de 20 días en huelga ha afectado, no sólo a los estudiantes señala, sino a los tenderos, transportistas, taxistas, “donde menos se piense hay un golpe colateral”.
La comitiva de los alumnos de la Licenciatura en Artes avanzaron dentro del gran contingente que convocó a miles, de espaldas y en silencio, mientras portaban pancartas con leyendas que rezaban: “nuestra educación y nuestra Universidad va en reversa”.
La intervención fue realizada en apoyo a los profesores y su exigencia de garantías para su seguridad social, pero también en conciencia de lo que la Universidad Autónoma de Zacatecas ofrece no sólo para los jóvenes locales, algunos procedentes de comunidades rurales sino para otros convocados de estados como Aguascalientes, San Luis Potosí o Durango, dijo.
“Son chavos que voltean a ver a Zacatecas. La verdad te ofrece muchísimas cosas…500 pesos el semestre es regalado si lo comparas con una universidad autónoma como la de Aguascalientes, que ahí sí hasta parece privada”.
La UAZ ofrece la posibilidad de crecer, educarse y formarse, transforma a las personas que darán más socialmente “y no un chavo que se voltea a lo que está sucediendo ahorita con el narcotráfico y con el desempleo”.
La intervención de los alumnos de la Licenciatura en Artes en un evento social, la marcha que ya en sí tenía una connotación transgresora porque invade el carril vial de los autos, produjo reacciones para bien y para mal pero fue entendida por la gente y tuvo buen recibimiento, comentó.
“Fue divertido, fue catártico el callar, el mantener una energía siempre presente. Creo que es muy importante cuando se junta la gente, cuando se hace una masa, se nota el poder que tiene el pueblo y eso les puede a los políticos”.
Aquí Iván Guardado, quien antes de la huelga se encontraba a sólo un mes de egresar del nivel licenciatura de la Autónoma de Zacatecas, vuelve a referirse a la situación de la UAZ, “en otros estados el aporte del gobierno a la educación es mucho más alto que en Zacatecas” y lo que pelean los maestros es saber también qué está pasando con el dinero que les retienen, “¿dónde está?”.
Dijo, de repente se perdió el control de la deuda por concepto de seguridad social “y quienes se supone que están dirigiendo no tienen cómo dar la cara y no saben qué estrategias utilizar para resolver eso, cuando se supone que están ahí para hacerlo, se les eligió para que mediaran y resolvieran”.
Esta marcha hacia atrás de los alumnos de Artes, no es la primera intervención que realizan en el contexto de la protesta social. Pero su propuesta, que se obtuvo de un intercambio de ideas donde uno de ellos la puso sobre la mesa, “es una consecuencia de lo que hemos estado haciendo en la Licenciatura”. Ejercicios para romper la cotidianidad, hacer que el transeúnte se pregunte con el acto realizado, qué está sucediendo.
Como antecedentes se encuentra una intervención con barcos de papel realizada en la Plazuela Miguel Auza, y otra muy enriquecedora dice, con motivo de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, que implicó caminar de luto bajo un paraguas.
“Ahí nos dimos cuenta que el arte sí trastoca la mirada del que te ve, cuando pasamos, rápido se entendió el luto y esa solemnidad de lo que estaba sucediendo. No es nada más gritarlo, que quede ahí en el grito, la catarsis y ya te olvidas, no, va más allá. Es algo que está pasando en nuestro país que desaparezcan estudiantes… y no pase nada”.
Actualmente estamos en un punto, señala, en que el arte debe ser transgresor, capaz de comunicar lo que está sucediendo en el contexto histórico y social.
