El nuevo entrenador del Chelsea, José Mourinho, apodado el «Special One» desde su primera estancia en el club inglés, declaró este lunes que ahora es el «Happy One» (el hombre feliz), durante su primera comparecencia en su segunda experiencia en la entidad londinense.
«Soy el ‘Happy One’. El tiempo pasa rápido. Se diría que fue hace unos días, pero hace ya nueve años que entrené aquí por primera vez y después han sucedido muchas cosas en mi vida profesional», dijo el portugués en su primera rueda de prensa en Stamford Bridge.
«Tengo el mismo espíritu, soy la misma persona y tengo el mismo corazón. Tengo las mismas emociones en mi pasión por el futbol y por mi trabajo. Si tuviera que describirme diría que soy muy feliz ya que es la primera vez que llego a un club que ya amo», añadió.
Mourinho, de 50 años, entrenó por primera vez a los «Blues» de 2004 a 2007, llevándolos a ganar dos títulos de Premier League. Cuando se marchó, la prensa habló de diferencias con el propietario Roman Abramovich, lo que Mourinho de nuevo desmintió este lunes.
«Es porque no hubo ruptura en ese momento que yo he vuelto aquí. Si hubiera habido problemas verdaderos no estaría aquí. Regreso porque nosotros (Abramovich y él) estamos en el mejor momento de nuestras carreras y cerca de trabajar juntos de nuevo. Las condiciones son mejores ahora para obtener el éxito y lo que yo busco, la estabilidad», dijo el entrenador.
Tras el Chelsea, Mourinho pasó dos años en el Inter y tres en el Real Madrid. Preguntado si pensaba que podía hacerlo mejor que durante su primer paso por Londres, el portugués declaró: «si trabajamos bien, los resultados vendrán».
Mourinho quiere ir «paso a paso». «El primer objetivo será el Top 4, el segundo el Top 3 y el tercero ser campeón», dijo.
Sobre su futura política, el entrenador dejó entender que daría una nueva oportunidad al capitán John Terry, uno de los veteranos que estaban ya en el Chelsea durante su primera estancia, como Ashley Cole, Petr Cech y Frank Lampard. El defensa central perdió su plaza con el predecesor de Mourinho, Rafael Benítez.
«Sé lo que puede aportar. Intentaremos sacar lo mejor de él mismo y hacer un jugador importante, lo que no ocurrió la temporada pasada», dijo.
El portugués declaró que desea fichar algunos jugadores y hacer volver a dos jugadores belgas cedidos en otros clubes, Romelu Lukaku y Kevin De Bruyne.
Afirmó estar «un poco decepcionado» de que Alex Ferguson, con el que mantenía una relación de amistad, no esté más al frente del Manchester United y añadió que no lamentaba no haber sido elegido como sucesor de Sir Alex. «Estoy donde quiero estar. No cambiaría esto por nada en el mundo», aseguró.