Domingo 17 de abril del año 2016. Por necesidades relativas a la salud, un amigo y yo tuvimos que hacer una visita a la sección de Urgencias de la clínica que se encarga de atender los malestares físicos de los Trabajadores del Estado. El ambiente era de una expectación absoluta… la sala de espera, con la televisión al máximo volumen auditivo, mostraba lo que supongo era el desenlace de uno de esos programas intrascendentes del “canal de las estrellas”. Eran aproximadamente las 9 horas con 30 minutos de la noche, y cuando se le hizo la observación a la guardia de seguridad, que había pacientes que no soportaban el ruido excesivo, en uno de los casos por su dolencia cefálica, de mala gana bajó el volumen al mínimo, excusándose con los no más de diez atentos
telespectadores de lo que suponía una falta de respeto a los enfermos delicados. Una mínima parte de la teleaudiencia protestó y no hubo más remedio que restituir el volumen a su nivel original. Solo faltaban las botanas y la exhibición de las diferentes bebidas alcohólicas. Estrictamente, esto es el resultado de un mal servicio educativo, que conlleva a la enajenación y al servilismo.
Viernes 29 de abril del año 2016. En una de esas insignificantes sesiones del Consejo Técnico Escolar, que la gran mayoría de los maestros toman como un día de asueto, ante la observación de la necesidad de hacer sentir a los alumnos, de la otrora gloriosa Escuela Secundaria General número 2 del municipio de Zacatecas, verdaderos beneficiarios inmediatos de la tarea educativa, salieron a relucir varias situaciones contrarias por completo al servicio educativo y justificadas por las contraproducentes leyes y normas impuestas al magisterio en contra de su labor docente. Primera: las peleas que involucran a los alumnos del turno matutino y que acarrean la participación de los padres de familia se producen fuera del centro educativo, así que “no son pertinencia de las autoridades inmediatas” los actos “bélicos” que se presentan cotidianamente en las calles aledañas, sin pensar que la solución puede encontrarse al interior de la misma escuela. Segunda: los maestros que históricamente se han caracterizado por su profesionalismo y entrega a la formación de verdaderos ciudadanos, de dicha escuela, comienzan a ser agredidos por padres de familia desinformados y exigentes de un trato preferencial para sus hijos, sin adoptar las responsabilidades de las que también las leyes les hacen partícipes. Tercera: No debe de haber ningún tipo de control interno de la disciplina escolar, más allá de la “concientización” del profesor en turno. Cualquier aplicación de reglas correctivas conduce a la violación de los “derechos” de una niñez y juventud cada vez más adaptada a los deseos de gobernabilidad expuestos por los altos mandos de las cúpulas directrices del Sistema Educativo Nacional, y por consecuencia Estatal. Cualquier intento en la búsqueda de la calidad de la educación efectiva “golpea al señor Secretario de Educación”, sin importar la pérdida de la noción del carácter formativo del individuo. Simples posiciones utilitarias rumbo a la próxima contienda electoral… populachería, que de imponerse, provocará una mayor corrosión del tejido social del estado.
Jueves 5 de mayo del año 2016. Acicateado por la curiosidad, y en el momento oportuno, tuve el privilegio de observar el evento conmemorativo de la Batalla del 5 de Mayo en el citado centro de trabajo, DES0011O. Me sorprendió el orden y la disciplina mostrada por el conjunto de alumnos de dicho turno, contrario a las “muestras de civilidad” expuestas en otras escuelas. Apartado de las posturas irracionales, descalificadoras y persecutorias, manejadas a niveles medios, regionales, el centro escolar muestra avances en cuestión disciplinaria, que muchos personajes ni siquiera logran concebir, al salirse por completo del script que visceralmente conciben y defienden e imponen. Mientras que en el otro turno se interrumpen los eventos por las invitaciones periódicas al orden, parece que en el vespertino se ha logrado generar un ambiente de respeto a los símbolos patrios, y eso es ya un gran avance.
En acuerdo con la idea de “Garantía”, como “ellos” la conciben, todo parece indicar que ese concepto de gobernabilidad expuesto por la ex secretaria de educación Josefina Vázquez Mota, en su momento, avanza viento en popa, sin importar las condiciones necesarias para la convivencia social fundamentada en los valores morales, sociales y políticos. Es bien sabido que un pueblo no educado, inculto y enajenado es más fácilmente gobernable. Pero la “Garantía” del orden social fundamentado en la ignorancia está seriamente cuestionada por los actores responsables que están siendo confrontados y violentados por las fuerzas oscuras del conservadurismo oficial. Ahora, más que nunca, tienen la última palabra los agentes consientes de las carencias intelectuales que presentan los estudiantes actuales de cualquier nivel educativo, para retomar las imposiciones gubernamentales y convertirlas en verdaderos motores del progreso, no sólo en su acepción técnica, que es la mayor arma conceptual de la empresa y el “buen gobierno”. ■
