■ Buscan dar a sus autores el respaldo de un sello para la publicación y difusión de sus obras
■ Concluye la edición 29 de la feria; asisten 792 mil personas al evento internacional
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es un espacio de más de 40 mil metros cuadrados en el que este año convivieron mil 983 editoriales. Provenientes de 44 países, se trata de una gama de empresas de diferentes tipos y tamaños. En este este mar de la industria del libro hizo su aparición por primera vez desde Zacatecas, Texere Editores.
Esta joven editorial, a cargo de Judith Navarro y Magdalena Okhuvsen, siempre tuvo en mente que algún día participarían en la FIL, no sólo como asistentes y lectores, sino con el objetivo de realizar una oferta literaria. Este 2015 cierran un ciclo significativo de cinco años ofreciendo a los visitantes de la segunda Feria de Libro más importante los frutos más recientes de su trabajo.
Con títulos como No soy Alicia, de Magdalena Okhuvsen, El secreto de las vacas, de Alejandro Salinas, Comprender el Islam, de Felipe Cortez, El libro de Patmos, de Salvador Lira, Amarás la sombra de tu cuerpo y las Horas fortuitas, de Heraclio Castillo, así como Dicen que estoy loca, de Margarita Salinas, Texere hizo su presentación en la Feria del Libro de Guadalajara.
Más que un plan, su participación en este evento fue una sorpresa, afirmó Judith Navarro, sin embargo se trata de una gran oportunidad de demostrar a los autores que han depositado su confianza en ellas que el máximo interés de Texere es buscar oportunidades de que sus libros lleguen a más lectores.
En esta ocasión la oportunidad llegó de manos de la Asociación de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI). Se trata de un stand sencillo en el que la prioridad es exhibir la oferta de editoriales independientes que hay en México pero que genera emociones ya que el mercado libre no siempre tiene los mejores augurios, y sin embargo se mueve, destacó Magdalena Okhuvsen.
El ingreso a un monstruo como la FIL
Los acercamientos previos a un mundo editorial como el que se maneja en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara eran más en tono de exploración a fin de entender su dinámica. Este año, Texere se sumerge en él con el respaldo de la AEMI pero con la meta a futuro de contar con su propio espacio o bien compartirlo con alguna otra editorial independiente.
No se trata sólo de asistir y ofrecer libros bien hechos, explicó Okhuvsen, sino de entender quiénes están interesados en comprarlos, que hay además un mercado de derechos y una dinámica de negocios de distintas magnitudes en esta industria del libro, con todo, agregó, vale la pena participar en estos espacios.
Mientras ese propósito se realiza, Texere Editores continuará en su objetivo de consolidación de la línea editorial con la intención de darle a sus autores el respaldo de un sello para la publicación y difusión de sus obras. En este sentido se llevó a cabo el pasado viernes la presentación en la FIL del libro La paz que sí existe (y que el periodismo ignora). Veinte historias para leer en tiempos de guerra, de Cristina Ávila Zesatti, segundo libro que la autora publica con Texere.
Zacatecas, concluyeron, se encuentra en una fase de crecimiento tanto en términos de creación como de producción editorial, de ahí que “lo que empieza a llegar a la FIL desde allá, llega bien. Va despacio pero va para adelante”.
Es así como este domingo llegaron a su fin nueve días de intensas actividades en la vigésimo novena edición de la Feria Internacional del Libro a la que asistieron 792 mil personas. América Latina “nuestra patria grande” será la invitada de honor en el cumpleaños número 30 de este evento que para 2016 se llevará a cabo del 26 de noviembre al 4 de diciembre.
