La UAZ no pasó la prueba de la autonomía y la democracia. Lo escribo antes de la jornada electoral de los días 7 y 11 de mayo. Los que integramos la planilla Universitarios Libres, encabezada por el Dr. Carlos Fernando Aréchiga Flores, decidimos participar en la contienda con la intención de mejorar en todos los niveles a la UAZ. Sabíamos que nos enfrentábamos a una pesada estructura compuesta de corporativismo, clientelismo, cacicazgos y feudos. Pese a ello, nuestra convicción de hacer de esta institución un espacio de excelencia académica y compromiso con la sociedad a la que nos debemos, hizo que nos organizáramos para contender en la elección de autoridades. Para nosotros se trató de una participación con espíritu democrático, para otros se trató de montar el show.
1.- Nuestra Ley Orgánica establece en sus principios básicos de identidad: “Consolidar la autonomía como requisito para el eficaz cumplimiento de sus funciones, entendida la autonomía como la faculta de los universitarios para a) organizar y designar su propio gobierno con criterios prioritariamente académicos, b) decidir sobre la mejor manera de cumplir sus obligaciones con la sociedad, c) definir la estructura académica más adecuada a sus propósitos y d) determinar el uso más adecuado de sus recursos públicos de que dispone”.
Lo que se tiene, en los hechos, es la decisión de unos cuantos, como si estuvieran organizados en una “junta de gobierno” trabajando en lo “oscurito” para arreglar las elecciones. Lo demás, simplemente, es operar. La campaña electoral se traduce en operar el acuerdo tomado entre tres o cuatro. La corporación operó estos días de campaña, sacó de los salones a los estudiantes para que escucharan el mensaje del candidato, coaccionó a profesores, vigiló a quien se relacionara con nuestra planilla, realizó comidas y festejos, usó micrófonos, celebró actos anticipados de campaña. La corporación está organizada desde hace mucho tiempo. Los aliados y sus corporaciones crearon el problema de la crisis financiera de la UAZ, contrataron profesores por hora clase para mantenerlos cautivos, decidieron de manera ilegal, atentar contra nuestro derecho a la seguridad social, reprodujeron sus cotos de poder, como el caso del Secretario General, Lic. Cuauhtémoc Rodríguez Aguirre en la figura del Lic. Juan Carlos Guerrero Fuentes, quienes tienen a un grupo de choque para atropellar cualquier manifestación distinta a la suya olvidando la tolerancia como uno de los fundamentos de la democracia.
2.- La Comisión Electoral fue partícipe de este tipo de prácticas corruptas, clientelares e impunes al no sancionar, detener y poner límites ¾como lo establece la normatividad universitaria¾ a la serie de irregularidades en las que abiertamente incurrió la planilla IDEA encabezada por el Dr. Antonio Guzmán Fernández. La solicitud que hizo la planilla “Universitarios Libres” ante la Comisión Electoral del retiro de la candidatura de Juan Carlos Guerrero fue desechada, no les pareció suficiente el testimonio del profesor Francisco Carlos Infante que confirma la responsabilidad del candidato Guerrero en los hechos.
3.- El 2 de mayo, día del cierre de campaña, circuló por las redes un audio en el que se evidenciaba una conversación entre el Lic. Jaime Santoyo Castro, Secretario de Gobierno del Estado de Zacatecas y el Lic. Cuauhtémoc Rodríguez Aguirre, Secretario General de la UAZ. En dicho audio Rodríguez Aguirre entregaba la UAZ al gobierno del estado al confirmar que ya estaba “operando para tranquilizar todo este show” con los ex rectores Domínguez, Femat y Cárdenas. Para Rodríguez Aguirre esto es un show. Si la UAZ es un show, nosotros no asistimos a ese denigrante espectáculo que se ha convertido en negocio para perpetuar privilegios de funcionarios corruptos.
4.- Al día siguiente, el Secretario de Gobierno del Estado de Zacatecas confirmó su participación en el audio. El silencio de Rodríguez Aguirre se traduce en la confirmación de lo hecho. El que calla, otorga.
5.- De no haber renunciado al sucio proceso electoral, lo hubiéramos legitimado. Tomamos la decisión de no participar en ello. Para nosotros la UAZ no es un show, ni un negocio, ni patrimonio de ex rectores o dirigentes sindicales.
6.- La UAZ no sólo padece una severa crisis financiera, lo más preocupante es que esta elección espuria es una prueba contundente de la crisis moral en la que se encuentra. Una llamada telefónica entre funcionarios de gobierno y de la UAZ, una comisión electoral que favorece la impunidad, unos jóvenes adoctrinados e intolerantes para impedir el paso, todo eso no puede ser autonomía y mucho menos democracia. Es lamentable que en estos dos temas que definen la identidad de nuestra institución, no hayamos pasado la prueba. ■
