Autora: Nitzia Mariel Sotelo Carrillo
Residencia: Guadalupe, Zacatecas, México
Estaba Araceli sentada,
haciendo una nota de La Jornada,
y dice “Me voy a descansar”.
Llega la Muerte y le dice “A descansar al panteón”,
y se la lleva de un jalón.
La Jornada triste estaba,
pues sin Araceli, quien los concursos organizaba,
¿quién a los niños felicitaría?
¿Y quien para La Jornada escribiría?
Con la Muerte a un lado,
Araceli le pregunta
“¿A qué se debe esta junta?
La Muerte responde “Es para darte un descanso”,
y muy risueña le da un periodicazo.
Araceli, muy asustada,
busca su celular para una llamada,
pero ¡oh! sorpresa, la Muerte en todo pensó
y sus datos y saldo se acabó.
Calaverita bella y linda,
déjame salir,
que la nota del día
se tiene que escribir.
La Muerte dice
“Te dejare salir,
pero sólo con un buen trato,
que en el periódico aparezca mi retrato”.
Pero antes de irte debes recordar
que te libero porque aún no es tu hora
y el querer descansar
no es bueno para una escritora.
Mientras cumples con el trato,
al bulevar me voy un rato
a divertirme y espantar
y a los borrachos asustar.
El 2 de noviembre por fin llegó,
y en primera plana de La Jornada
la Muerte apareció
y la gente gran susto se llevó.
Nunca volveré a pedir descanso
porque luego me convierto en ganso.
