■ Este sábado en Tijuana se realizará el mitin “Unidad Nacional” convocado por AMLO
■ Si no se expresa una propuesta de reorientación de las relaciones diplomáticas y económicas con EU, “no dejará de ser demagogia”: García Zamora
■ “Si México sigue negociando con el imperio, solo, va a ser aplastado”
■ Opina que López Obrador debió haber integrado desde hace un año un equipo negociador desde la academia con expertos en geopolítica, geoeconomía, relaciones internacionales
■ Señala que el Senado debe plantear un tratado de libre comercio e inversión cualitativamente diferente, fundamentalmente a China
Si en el mitin “Unidad Nacional” al que convoca el gobierno de López Obrador este sábado 8 de junio en Tijuana no se expresa un mensaje que ofrezca una propuesta seria de reorientación de las relaciones diplomáticas y económicas de México, “no dejará de ser más que un evento demagógico y de proyección para justificar el entreguismo que se está haciendo en Washington del manejo de nuestro país”, dijo Rodolfo García Zamora.
El académico aseveró que es el momento de que el Gobierno de México se mueva del terreno de la ingenuidad y las buenas intenciones de amistad al de la geopolítica internacional en el que Donald Trump está planteando que la economía mundial “o se le subordina o es reprimida”.
Acotó sobre la actitud rijosa del presidente estadounidense “que no puede pelearse con éxito con todo el mundo”.
Dijo que debe tomarse en cuenta que está confrontándose con la Unión Europea, “fue y agredió al alcalde de Londres, y a representantes de países y sigue con su guerra económica contra China”.
Pero también que si México “sigue negociando con el imperio, solo; va a ser aplastado”. En este sentido, si el gobierno de López Obrador logra alianzas con la Unión Europea, China y Rusia, “hará que los republicanos piensen, si el loco de Trump es la mejor opción que tienen para el siguiente periodo presidencial”.
El docente investigador en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ sostiene que es el momento de que el Congreso de la Unión, en especial el Senado, y el Ejecutivo del país, manejen el conflicto con Trump como la coyuntura “más grave para México después de la crisis de 1982”.
En este estado de excepción, propuesto ya como una guerra comercial, el primer elemento sería que el Senado suspenda la discusión del T-MEC, “porque nos están diciendo que es una burla sujeta a los caprichos del imperio y del Nerón del Siglo 21”.
La Cámara Alta del país debe plantear un tratado de libre comercio e inversión cualitativamente diferente, fundamentalmente a China, como puerta para el conjunto de Asia, desde el que se reoriente una cantidad importante de las exportaciones e importaciones de México, que actualmente tienen, respectivamente, el 80 y 40 por ciento de su mercado centrado en los Estados Unidos.
“Yo creo que es el momento en que se deberían de plantear este tipo de acciones”.
Rodolfo García Zamora criticó del equipo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ya tenía la experiencia de la primer campaña de Donald Trump por la Presidencia de Norteamérica entre 2015 y 2016 en que se consideró a México como “enemigo de los Estados Unidos”, y sin embargo no se preparó para el escenario actual donde nuevamente el país es el centro de las agresiones en la búsqueda de la reelección del magnate.
Llamó a esta falta de previsión, la “crónica de un doble fracaso anunciado”, pues a la desventaja de negociar con una economía 30 veces más grande que la mexicana, y que significa el 80 por ciento de las exportaciones del país y el 40 por ciento de sus importaciones, se agrega la de un equipo negociador sin la capacidad para enfrentar la complejidad de estas relaciones.
Expuso que Marcelo Ebrard no tiene la experiencia y conocimiento para ello, y la secretaria de Economía no lleva una propuesta diferente qué plantear al gobierno norteamericano, “no sirve para nada”.
García Zamora observó que López Obrador debió haber integrado desde hace un año un equipo negociador desde la academia con expertos en geopolítica, geoeconomía, relaciones internacionales y políticas migratorias del Colmex, UNAM, UAM y el CIDE.
Así, el Gobierno de México no tomó en cuenta lo expuesto los últimos cinco años por investigadores, respecto de que el país se caracteriza cada vez más por ser, de origen, tránsito, destino, retorno, desplazamientos internos, y de refugio y asilo de migrantes, última característica a la cual se está acogiendo la mayoría de quienes se internan en territorio nacional ya procedentes desde 39 naciones y cuatro continentes.
Así, el equipo de Marcelo Ebrard fue recibido en Washington con los datos puntuales del fenómeno migratorio en la región, un inventario acerca de la movilidad de personas que la representación mexicana no llevaba.
Lo que ha ocurrido luego del embate de Trump y su amenaza de imponer aranceles si México no detiene en su territorio a las migraciones que involucran cada vez a caravanas más grandes desde Centroamérica, es una delegación de funcionarios que están haciendo propuestas para esta coyuntura “sobre las rodillas”.
Dijo que la secretaria de Economía, Graciela Sánchez, no llevó un proyecto acabado para la región como se ha propuesto, para detener la migración mediante proyectos de desarrollo para el sur del país de alta envergadura, y que los que se han publicitado, el Tren Maya y el Corredor trans-ítsmico, no cuentan con los estudios de impacto social, económico y aun ambiental para su ejecución.
En cambio, la representación del Gobierno de México ya aceptó la militarización total de la frontera sur del país con 6 mil elementos de la Guardia Nacional, y la criminalización de los migrantes y de las organizaciones de la sociedad civil y líderes que les dan acompañamiento y cobijo, esto último que ha implicado la aprehensión de dos activistas defensores de migrantes, acusándolos de traficar con personas, cuando lo que hacen es respaldar su tránsito en el contexto de una salvaguarda de sus derechos humanos.
“Están renunciando a la capacidad autónoma y soberana en el diseño de las políticas de desarrollo regional, de migración y derechos humanos”, dijo García Zamora.
