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sábado, 4 mayo, 2024
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Legitimación contractual, grilla e indefinición

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Por: ALBERTO VÉLEZ RODRÍGUEZ • ROLANDO ALVARADO FLORES •

Tras el cuestionado emplazamiento a huelga de 2022, quedaban cuatro procesos en el horizonte del Comité Ejecutivo del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ). Primero, el problema de la destitución del secretario general; segundo, la legitimación del contrato colectivo UAZ-SPAUAZ (CCT); tercero, el emplazamiento a huelga 2023, y cuarto y último, el proceso de elección de nuevo comité ejecutivo en mayo de 2023. Del primer asunto ya se tiene el contundente resultado: la oposición denominada “Grupo Plural de Delegaciones” (GPD) no logró la defenestración del líder sindical. Decidió, por tanto, tratar de mantener unidas las diferentes facciones universitarias y sindicales que confluyeron y fracasaron, en el primer esfuerzo para enfocarse en los otros tres. A la legitimación del CCT, que es un proceso obligatorio, anteponen una interpretación del certificado de registro que exhibe la secretaria general del SPAUAZ. Según este documento, emitido por el Centro Federal de Conciliación y Registro (CFCR), a petición del SPAUAZ, en los archivos de esa dependencia gubernamental se encuentra el CCT-UAZ-SPAUAZ depositado en el año de 2021 en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Zacatecas. He aquí un primer diferendo. Para la oposición esto significa que el CCT 2022 no está registrado en el archivo del CFCR y sugieren existe una conjura para que no se deposite y, por ende, no se pueda legitimar y se anule. Desde el Comité Ejecutivo del sindicato se indica que no es así, ya que debido a que no hubo revisión contractual el CCT se mantiene por tiempo indefinido de acuerdo con lo establecido en el artículo 400 de la Ley Federal del Trabajo (LFT). Otro elemento que señala el documento de registro es que la última revisión del CCT tuvo lugar en enero de 2022. De nuevo, para la oposición esto indica que la rectoría y el comité ejecutivo, como en los tiempos del Rector Dr. Antonio Guzmán Fernández e Ing. Crescenciano Sánchez Pérez, han modificado el contrato al margen de las masas. Sin embargo, vuelve a señalar el Comité Ejecutivo, la LFT exige, en el artículo 393, la determinación de los salarios, lo que implica, debido al aumento salarial anual, una modificación del tabulador. Y esta es la revisión que señala el documento de registro: se modificó el monto de los salarios del personal. Al menos, la versión del Comité Ejecutivo aduce artículos de la LFT, mientras que la oposición argumenta “teorías de la conspiración”. Podría ser, sin embargo, que sí sea necesario registrar el CCT ante el CFCR u otra instancia. Pero esto se decidirá hasta que se inicie el proceso de legitimación. Es decir, la discusión que pretende imponer la oposición es ociosa porque en el momento de solicitarse la legitimación, se resolverá el diferendo. O quizá sea, para esa facción de agremiados, un pretexto para comenzar el proceso de campaña rumbo al 2023. Incluso ya con un potencial candidato. Uno de los pocos críticos de la actual organización universitaria y sindical, ajeno a la indefinición perenne de la izquierda opositora aglutinada en el GPD, es el Dr. Miguel Moctezuma Longoria. Propone, en su artículo “Pensar positivamente al SPAUAZ” (NTR, 26/08/22), que se desconozca de facto la institucionalidad sindical y se funde una “Coordinadora Plural”. Sin dejar de caer en la ociosa discusión de la izquierda indefinida, su sugerencia es importante porque señala un rumbo inaceptable para el GPD. Si se sigue el camino de la “autogestión”, del desconocimiento de las instancias sindicales, se inicia, de facto, una lucha por la titularidad del CCT. Una izquierda es indefinida porque carece de proyecto, no sabe qué hacer con un país, una universidad o una feria de pueblo. Su pretensión es montarse sobre lo ya hecho para reproducirse. Esta es la actitud de mucha gente en el GPD, donde una y otra vez se rechaza la sugerencia de fundar un nuevo sindicato. Tal idea les es inaceptable porque no la pueden pensar, y no la piensan porque carecen de proyecto para los agremiados. Si tuviesen un proyecto, y la fuerza de llevarlo a cabo, lo que promoverían sería la deslegitimación del CCT. Por esa vía el SPAUAZ pierde la titularidad y se inicia, de forma legal, la lucha por un sindicato auténticamente representativo. Pero esa no es la propuesta del GPD, su propuesta es cambiar a un grupo en el sindicato por otro igual o peor. Esto equivale a no tener propuesta, a indefinición. Entonces, la discusión acerca de la validez del CCT es una añagaza que es mejor ignorar. Se resuelve sola apenas inicie el proceso de legitimación. Y esto lo puede hacer el secretario general en cualquier momento con plazo máximo de 2 de mayo de 2023. ¿Una nueva derrota, debido a una mala estrategia, del GPD? Ya se verá. Iniciado el proceso de legitimación, corresponde a los líderes de grupo determinar si mantienen al SPAUAZ como sindicato mayoritario o no. Todo parece indicar que lo harán. Es decir, en cuanto a eso existe acuerdo en todas las facciones universitarias: no hay otra opción, es el SPAUAZ o el SPAUAZ. En cuanto a lo otro, emplazamiento y elecciones, esperemos la próxima semana.

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